La sorpresiva renuncia hoy del candidato oficialista a la presidencia de Costa Rica, Johnny Araya, por encontrarse a más de 40 puntos en la intención de voto del opositor Luis Guillermo Solís, no altera la programación del balotaje previsto para el próximo 6 de abril, afirmó el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Luis Antonio Sobrado.
"Es claro que (Araya) está concluyendo su campaña, que se abstendrá de proselitismo" pero formalmente el candidato no puede renunciar "porque la Constitución Política se lo impide", explicó el magistrado en declaraciones a un medio televisivo.
Al margen del impacto político que tiene la decisión de Johnny Araya, "el artículo 138 establece de forma expresa que un candidato presidencial no puede renunciar ni abstenerse de participar en una segunda vuelta, para que el resultado sea producto de la decisión popular y no de una decisión personal", indicó Sobrado.
Araya anunció sorpresivamente este miércoles su renuncia a la candidatura presidencial, que disputaría el 6 de abril ante el opositor Luis Guillermo Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC), tras afirmar que la campaña hacia la segunda ronda "se presenta muy difícil y llena de obstáculos".
El anuncio se hizo pocas horas después de que una encuesta divulgada por la Universidad de Costa Rica reflejó una diferencia abismal en la intención de voto de los costarricenses de 43 puntos porcentuales: 64,4% para Solís frente a 20,9% para Araya.
Sobrado afirmó que el TSE continuará el proceso de organización de las votaciones para el 6 de abril, fecha en que se abrirán las urnas con los delegados de los partidos que se hagan presentes.
La papeleta de votación tendrá el nombre y la foto de los dos candidatos presidenciales, agregó el magistrado.
Luis Guillermo Solís no se había pronunciado sobre la decisión de su contrincante, pero dirigentes de la agrupación opositora admitieron que el retiro de Araya les plantea un gran desafío para motivar a los electores a acudir a las urnas para ratificar y legitimar al nuevo gobierno.
Sorpresivamente hace pocos horas, el oficialista Araya anunció su renuncia a disputar la presidencia de Costa Rica en el balotaje del 6 de abril, ante la popularidad arrolladora de su rival Luis Guillermo Solís, en una decisión inédita en este país de reconocida estabilidad democrática.
"Con firmeza hago saber mi decisión de concluir hoy esta campaña por la presidencia de la República", dijo Araya, del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), en una abarrotada conferencia de prensa, junto a su esposa y equipo de campaña, en un hotel de la capital, hasta donde lo acompañaron grupos de seguidores.
"La prudencia aconseja no gastar millones en propaganda, reuniones y movilizaciones, acatamos las normas constitucionales aplicables, pero me abstendré de cualquier actividad electoral. El proceso continuará hasta el 6 de abril como constitucionalmente está definido", aclaró el oficialista.
Araya, ex alcalde capitalino de 56 años, anunció su decisión pocas horas después de la publicación de una encuesta que le dio un 20,9% de las intenciones de voto frente a 64,4% para Solís, del Partido Acción Ciudadana (centro).
"La sensatez indica ahora más que nunca que hay que sopesar los elementos de la realidad y actuar (...). La campaña hacia la segunda ronda se presenta muy difícil y llena de obstáculos", afirmó Araya, al leer su carta de renuncia, que calificó como un "trance difícil".
La encuesta de este miércoles fue la primera publicada tras los comicios del pasado 2 de febrero, cuando Solís obtuvo un 31% de los votos, menos de un punto sobre Araya, de 56 años.
Vertiginoso ascenso opositor
Vehículos con banderas de Costa Rica y del PAC recorrían varios puntos de la capital costarricense, mientras que seguidores de Solís se concentraban en sus centros de campaña, cantando y coreando vivas a su candidato.
Araya arrastró el desgaste de dos gobiernos consecutivos del PLN, sobre todo de la gestión de Laura Chinchilla, criticado por escándalos de corrupción y el manejo de la economía, que cerró 2013 con un déficit fiscal de 5,4% y una deuda pública de 50% del Producto Interno Bruto (PIB).
Solís, de 55 años, historiador, académico con experiencia diplomática, canceló a última hora un viajar que emprendería este miércoles a Washington para participar en un conversatorio, y permanece en su residencia, en el este de San José, abarrotada de simpatizantes.
El aspirante del PAC, que anunció que dará una conferencia de prensa a las 21H00 GMT, había dicho más temprano sobre los resultados del sondeo elaborado por Universidad de Cota Rica, la más importante del país: "Los tomo con mucha serenidad. Mi satisfacción es muy medida".
Poco conocido en el país cuando inició la campaña política en octubre pasado, Solís ascendió vertiginosamente en dos semanas, superando también al candidato de izquierda, José María Villalta, a quien todas los sondeos daban como el más seguro rival de Araya en una segunda vuelta.
Solís llevará el PAC, fundado hace trece años, por primera vez al poder, luego de tres intentos fallidos en los que tuvo como candidato a su fundador y líder, Ottón Solís.
La renuncia de Araya asesta un aparatoso golpe al PLN, partido socialdemócrata que giró a la derecha y que ha tenido la mayor gravitación en la política costarricense en los últimos 60 años.
A Solís, que debe asumir el 8 de mayo para un periodo de cuatro años, le tocará un Congreso (57 curules) variopinto, electo en las elecciones del 2 de febrero: 18 diputados del PLN, 13 del PAC, nueve del izquidista Frente Amplio, ocho del conservador Partido Unidad Social Cristiana, cuatro del Movimiento Libertario (derecha) y el resto de agrupaciones minoritarias.