UNA primera batalla -y que muchos analistas políticos consideran que puede ser la única- en la larga “guerra” republicana por la investidura presidencial obtuvo el ultraconservador Rick Santorum al imponerse en las primarias de Misuri, Minnesota y Colorado, donde el favorito Mitt Romney tuvo una sorprendente derrota.
Jugándose a fondo la carta de los valores cristianos y definiéndose como “una solución real al recambio conservador”, Santorum asestó un “gran golpe” a sus rivales en la contienda partidaria que, sin embargo, no será suficiente para llegar a la meta ya que está lejos de contar con los medios y la organización de los que disponen Romney y el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich.
La victoria de Santorum dejó en evidencia la desconfianza que una parte de la base republicana tiene hacia Romney, el hasta ahora líder indiscutible para alzarse con la nominación partidaria y enfrentar al presidente Barack Obama en las elecciones del 6 de noviembre.
El otro gran perdedor de estas primarias realizadas el martes es el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, que hasta ahora representaba la alternativa conservadora al moderado Romney.
Rick Santorum ganó el caucus en Colorado con 40,2% de los sufragios, delante de Mitt Romney (34,9%), Newt Gingrich (12,8%) y Ron Paul (11,7%), anunció Ryan Call, responsable del partido republicano en este Estado del oeste a la cadena CNN.
Esta victoria significa una sorpresa importante en un Estado en el cual hace cuatro años Mitt Romney, el gran favorito de estas primarias, había ganado fácilmente y donde los sondeos previos lo daban ganador.
Rick Santorum también se impuso en los caucus en Minnesota con una ventaja muy confortable ante sus adversarios. En este Estado del norte, Mitt Romney llegaba incluso en tercera posición detrás de Ron Paul, según los resultados obtenidos en 86% de las oficinas de voto.
Más aún, en Misuri, donde la primaria no tiene gran importancia pues los electores deben volver a votar dentro de unas semanas, Rick Santorum obtuvo una significativa victoria con 55% de los votos, superando a Mitt Romney (25%). Newt Gingrich no estaba inscrito en este Estado.
Antes de que los resultados fuesen conocidos en el Colorado, Mitt Romney saludó la victoria de su rival. "Fue una buena velada para Santorum", declaró Romney.
A pesar de la derrota, "estoy ante ustedes dispuesto a conducir el partido y a dirigir la nación", dijo Romney en un discurso antes sus partidarios.
Llos comentaristas estadounidenses volvieron a preguntarse sobre las razones de la impopularidad interna de Mitt Romney, al que la revista Time había consagrado su portada en diciembre con el título "¿Por qué no me quieren?".
"¡Qué noche para Santorum y qué desastre para Romney"!, declaróel analista político Charles Franklin, del sitio internet pollster.com.
"No sé si ganará Santorum ... constituye un gran malestar (para los rivales), pero son resultados sorprendentes y muestran cuán leve es el apoyo a Romney", declaró por su parte, el profesor de ciencias políticas John Brehm, de la Universidad de Chicago.
Rick Santorum parecía casi sorprendido por sus éxitos. "¡Sí!, la corriente conservadora está bien viva y muy sana en Misuri y Minnesota!", exclamó ante sus partidarios.
Pero los éxitos de Santorum podrían hacerle más difícil el trabajo, sobre todo si éste consigue ganar el voto de los republicanos allegados al movimiento ultraconservador del Tea Party.
La elección primaria republicana se desarrolla Estado por Estado, donde a cada candidato se atribuye un número de delegados.
El que obtiene el mayor número de éstos es investido por el partido en su convención a mediados de año para enfrentar al presidente demócrata Barack Obama el 6 de noviembre.
Las próximas primarias tendrán lugar en Arizona y Michigan, el 28, antes del "super martes" del 6 de marzo.