El Gobierno nacional le ‘madrugó’ al año al anunciar a principios de enero que la reforma pensional sería presentada al Congreso en el segundo semestre. Así lo afirmó Mauricio Olivera, al posesionarse como viceministro de Empleo y Pensiones.
Desde ya este proyecto genera polémica en todos los frentes, pues además de los sindicatos que la rechazan porque la consideran innecesaria al estimar que
la crisis de la financiación de las pensiones se debe al crecimiento de la informalidad, y por ende se disminuye el número de cotizantes al sistema, también sectores industriales y de los fondos de pensiones reclaman que el incremento de la edad de jubilación tiene que ser contemplado.
Sobre este último aspecto Olivera dijo que “por el momento un aumento en la edad de jubilación, tanto para hombres como para mujeres, no se contempla; sin embargo, es claro que hay que revisarlo porque ya el sistema colapsó y el régimen de prima media a mediano plazo es insostenible. Con la ciencia que existe ahora la esperanza de vida aumenta muy rápido, una persona que trabaja 20 años y disfruta de una pensión 30 años es insostenible”.
El presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi) Luis Carlos Villegas también opinó, y dijo en días pasados, durante la instalación del primer taller de Colombia Humanitaria para los nuevos mandatarios del departamento de Risaralda, que esta reforma debería ser a fondo y contemplar los diferentes factores del sistema, como es la edad de jubilación.
A partir del año 2014 la edad de jubilación será de 62 años para los hombres y 57 años para las mujeres, de acuerdo con lo establecido por la reforma pensional del año 2005.
Según Villegas, es impostergable para Colombia hacer una reforma pensional o de lo contrario el país podría ser víctima de una crisis como la que hoy vive Europa. “Necesitamos hacer una reingeniería, además que con una reforma a fondo se evitan los problemas fiscales, porque hoy el Gobierno colombiano debe destinar millonarios recursos para atender a los pensionados del país”.