Mejor la verdad | El Nuevo Siglo
Jueves, 20 de Septiembre de 2018

EL Gobierno no puede ir cada ocho días de pueblo en pueblo anunciando que todo está bien. Que con lo que hay, es suficiente.

Un error que mayoría de funcionarios cercanos al Presidente Duque asuman que las cosas en las regiones marchan más o menos, o bien. Una tontería ir a municipios cada sábado a pregonar el conformismo ciudadano. Irresponsable avalar la actualidad como disculpa para no actuar.

He seguido los encuentros del Jefe del Estado cada fin de semana con las comunidades y encuentro varias incoherencias.

No es cierto que economía naranja ya es una realidad y que nos repotenciará fácilmente la oferta exportadora.

No se ha avanzado un centímetro siquiera en repotenciar la cultura, el arte y el emprendimiento. Colombia ofrece muy poco a quienes como emprendedores intentan sobresalir en la industria naranja.

Una payasada suponer que actores culturales han sido favorecidos.

Es falso que ecoturismo e industria turística sean abundantes, fuertes y de primer nivel.  Nuestra infraestructura aérea es perversa, la hotelera crítica, las playas sucias y contaminadas, las ventas ambulantes a orillas de los mares abundan con precios abusivos, los aeropuertos obsoletos y las carreteras aún precarias.

El Ejecutivo debe sincerar realidad nacional y anunciar acciones para quebrarle espinazo al atraso en productividad y competitividad.  Por cada buen hotel en ciudades costeras y destinos atractivos para viajeros, hay cientos de garajes que sirven de hospedaje sin controles sanitarios, de urbanismo y de seguridad.

En el Eje Cafetero, última parada del Presidente Duque y su comitiva, es precaria la atención a turistas, los precios son absurdos y casi primitiva la infraestructura en algunas fincas y descansos rurales.

Armenia tiene un pequeño aeropuerto que más parece un helipuerto. Incómodo, sucio, sin ventilación y para completar, acaparado por Avianca, con cuatro vuelos diarios y costosos. Parece que en octubre serán ocho frecuencias.

Mejor que Gobierno asuma riendas de la crisis y le diga a ciudadanos que las cosas tienen que cambiar y que el futuro tiene que ser mejor.

Lo que hay no es bueno ni ayuda al desarrollo, al crecimiento y al empleo.

Ibagué, Manizales, Pereira, Armenia, Cúcuta, Quibdó y Riohacha, Soacha y Cali, para mencionar solo unas, sufren desempleo, explosión demográfica e incremento de la delincuencia callejera.

Como la gente no reporta atracos, autoridades se creen el cuento de que robos han bajado. Y es la excusa para no aumentar el pie de fuerza en esas poblaciones.

Si funcionarios creen que ir a regiones a señalar que situación es favorable, es congraciarse con el Presidente Duque, están chiflados.

Si ministros asumen que repartir palmadas a ciudadanos es Gobernar, que mejor vuelvan a sus cómodas sillas.

Si Presidente Duque considera en cada pueblo al que va, que como vamos podemos llegar, comenzó a caminar cansado.

El país necesita un sacudón institucional que ponga en orbita inversión social.

Un remezón institucional que nos lleve del pobre conformismo a la ambición de creer y crecer más.

Un nuevo inicio comienza comunicándonos mejor.