Los cisnes del Presidente | El Nuevo Siglo
Martes, 11 de Agosto de 2020

Hace dos años la lluvia helada y el tremendo viento frío que zarandeaba las sillas, las sombrillas y banderas en forma de pendón dispuestas en el escenario de la posesión del Presidente, que interrumpía con un sonido huracanado su discurso y confinaba bajo techo a muchos de sus espectadores en la plaza, pareció vaticinar que a su gobierno lo visitaría el Cisne Negro, “el impacto de lo improbable” y en esta caso lo fueron dos por falta de uno: el Covid-19 y la detención domiciliaria preventiva del Presidente Uribe, su mentor y jefe de partido.

A tres días de cumplir su primera mitad de mandato, el Presidente se mostró sorprendido ante dicha imposición por parte de la Corte Suprema, en especial por la negación excepcional a su derecho a la defensa en libertad bajo el principio de presunción de inocencia con señales de “desequilibrio e “incoherencia” frente a quien le ha servido a Colombia. Una hecatombe que puede terminar en fortalecer su gobernabilidad.

Al corte, que no es real, pues contrariamente a una época de normalidad donde el último año se toma como electoral y apenas alcanza para rendir cuentas, los próximos dos años son determinantes para la recuperación de la economía posCovid y será la vara de su gobierno.

En sucinto los siguientes desafíos están por delante: Que sean muchos y no pocos los que prosperen; estar convencidos que en el impulso a la empresa, está la respuesta; “innovar” políticas y modelos hacia el nuevo protagonista: los vulnerables ocultos; entender que sin cohesión social es difícil la reactivación y la reconstrucción y que con corrupción es imposible. Cuestiones que en aras del bien común terminarán por afectar o hacer sacrificios o cesiones de parte de alguno de los actores. Situación difícil de predecir en aquella tarde.

El Presidente condensa su gobierno en el Compromiso por el futuro de Colombia y se concentra en buena medida en el impulso a las pequeñas y medianas empresas, y a proyectos con fuente de energías limpias, donde el lunar del empleo antes y más después del Covid es piedra angular y la infraestructura es motor dentro de la senda de “concluir, concluir y concluir”, entre otras.

La fuerza de las circunstancias, es cierto, le impusieron al gobierno del presidente Duque, ese clic para darle identidad histórica. Son tan difíciles los momentos que hoy más que nunca le toca reafirmar el sendero, ahora con la presión por reconstruir la economía, a lo cual le ayuda su paso sereno y su creencia en el estímulo empresarial -que le aportan hoy como nunca- más el apoyo de un partido de gobierno, que dolido hasta la médula, se unifica y fortalece políticamente por reacción al tamaño de su adversidad.

Ante el infortunio de la pandemia tiene el Presidente la oportunidad para una gran cohesión social, en su objeto del Compromiso por Colombia, con un llamado a la oposición, que ante la situación apremiante del inmediato futuro, tendrá que establecer puntos de encuentro, hacia un acuerdo sobre lo fundamental.

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

uribemariaelisa@gmail.com