Un hilarante show donde todo puede salir mal | El Nuevo Siglo
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Jueves, 15 de Agosto de 2019
La obra que sale mal, catalogada como la comedia del año, ha tenido gran éxito en ciudades como Londres, Nueva York, Australia y México
 

La risa constante y el humor simple pero eficaz es lo que los espectadores viven durante La obra que sale mal, la comedia más exitosa de los últimos años que se presenta de jueves a domingo en el Teatro Nacional La Castellana.

Después de sus presentaciones en grandes ciudades del mundo llega al país una obra bien hecha a partir de lo mal hecho, en donde los asistentes empatizan con los errores de los protagonistas y se reflejan en esos actos que al tratarlos de resolver se empeoran.

La obra que sale mal es una idea que surgió entre los estudiantes ingleses Henry Lewis, Jonathan Sayer y Henry Shields. El resultado es un éxito que fue escalando desde Edimburgo hasta llegar a Broadway con presentaciones intensivas en diferentes partes del mundo, siendo reconocida como la mejor comedia del año en los premios Oliver 2015, mejor escenografía Tony Awards 2017 y Mejor Obra de Broadway Audience Choice Award.

La obra que sale mal no tiene intenciones de dar una lección o hacer cuestionamientos, los personajes solo quieren hacer reír con una obra “bien hecha”, apoyada en una correcta escenografía y la exactitud en la puesta en escena que se logra gracias al talento actoral de Jimmy Vásquez, Patrick Delmas, Ricardo Behrens, Jair Aguzado, Cristián Villamil, Tatiana Torres, Viviana Bernal, Francisco Rueda y Juanes Quintero. 

Los protagonistas transitan entre el personaje de la ficción de la obra de teatro que están representando y el actor que la encarna. El juego humorístico está acompañado por las interacciones con la escenografía y sus objetos que se convierten en el antagonista de la historia. Nada funciona en la casa cuyo segundo nivel amenaza con desplomarse, además de que las perillas de rompen, los cuadros se caen y el ascensor está descompuesto. En cada situación que se presenta, los actores sufren con cada obstáculo y el público ríe con esos personajes que realizan rutinas de clown, humor sin hablar y actuaciones grandilocuentes.

Aquí se desarrolla el asesinato en la mansión Haversham, una historia de suspenso donde hay un muerto y se emprende la búsqueda del asesino. Muchos tienen sus motivos y se ocultan o fingen burdamente sus verdaderas intenciones, pero todo empieza a volverse en su contra, provocando situaciones delirantemente cómicas y recordándole al público que si algo puede salir mal, saldrá mal.

La dirección de esta obra está a cargo de Ricardo Behrens, quien además es actor y docente egresado del Conservatorio Nacional de Arte Dramático de Buenos Aires. Estudió Teoría y Solfeo, Clarinete y Piano en el Conservatorio Nacional de Música en la misma ciudad y tiene una extensa carrera como cantante lírico con la que ha pasado por el Coro de Cámara Reencuentro, el Vocal de Cámara del Buen Ayre y el Coro Polifónico liderado por la prestigiosa directora Vilma Gorini de Teseo. En el ámbito teatral participó en el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, eventos culturales organizados por la FIFA en Alemania 2006 y festivales internacionales en Europa y América Latina. Como director de teatro de texto se destacó por su labor en los montajes de 39 escalones, de Alfred Hitchcock y de El Atolondrado, de Moliere producidos el Teatro Nacional de Colombia y con gran acogida del público y de la crítica. Además es creador del programa "Improvisaciones acerca de nuestra historia reciente" que propone un espectáculo para escuelas secundarias producido por el Teatro Cervantes y enfocado en los derechos humanos.