¿Qué es del Distrito de Conservación de Suelos y Agua del Caquetá? | El Nuevo Siglo
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Lunes, 24 de Junio de 2019
Redacción Nacional

El Distrito de Conservación de Suelos y Aguas del Caquetá (DCSAC) es una figura de conservación que existe hace 45 años. Se creó en 1974 para resguardar este territorio de la frontera agrícola y se convirtió en la manera más eficaz de preservar la riqueza natural de nueve municipios (San Vicente del Caguán, Doncello, Montañita, Morelia, el Paujil, Florencia, San José de Fragua, Belén de los Andaquíes, Puerto Rico) y recuperar los suelos deforestados. Sin embargo, en el año 2010, el decreto 2372 redefinió las categorías de áreas protegidas y no reconoció la figura del distrito, quitándole la única protección a esta zona.

Desde ese momento, surgieron varios intentos por recuperar la protección de estos municipios. En el 2014, Corpoamazonia declaró el área como determinante ambiental, es decir que tanto las alcaldías municipales como la gobernación debían tener en cuenta la figura del Distrito a la hora de ordenar su territorio.

Sin embargo, los alcances de las determinantes no fueron claros y solo cuatro años después, los habitantes de esta zona recobraron la esperanza de ver su territorio resguardado. En el 2018, bajo el liderazgo de la autoridad ambiental local, Patrimonio Natural y WWF-Colombia se aplicó la Ruta para la Declaratoria con el objetivo de proteger el área bajo alguna de las figuras aceptadas por la ley.

La Ruta para la Declaratoria inició con organizaciones y comunidades locales llenas de expectativas, pero en el camino los resultados no fueron los esperados, pues los análisis mostraron que el territorio está más transformado de lo que se pensaba -de 300.000 hectáreas, solo el 15.8% se encuentra en un estado favorable de conservación- y por tanto no cumplía con los criterios necesarios para ser protegido en alguna de las figuras definidas.

Pero no todo podía darse por perdido. Como lo asegura Ilvia Patricia Niño, especialista en conservación para el Piedemonte de WWF-Colombia, el hecho de que un territorio no pueda ser un área protegida, no significa que no se deba trabajar en él. “En casos como estos, el criterio debe ser mucho más amplio y tener muy en cuenta el por qué se quiere conservar determinada área”, comenta.

Y es que, en el caso del Distrito, su conservación es primordial. Para empezar, se encuentra localizado en un área estratégica que conecta los bosques de los Andes con las selvas de la Amazonia, hogar de cientos de especies emblemáticas y de gran importancia para su entorno como el oso andino y el jaguar. Además, significa la preservación de distintas fuentes hídricas que abastecen la región.

Con razones suficientes para conservarlo, surgió un nuevo acuerdo entre Patrimonio Natural, Corpoamazonia y las comunidades locales para iniciar un nuevo proceso en el territorio, esta vez ampliando el objeto de estudio; pues como explican los expertos, es un paso necesario para asegurar la conexión entre los bosques andinos y la llanura amazónica. Así se incluyeron en el estudio 2.500.000 hectáreas, que incluyen las 300.000 que representa el Distrito. Hasta el momento, los resultados señalan más de 500.000 hectáreas claves, 58.000 de ellas en el territorio del Distrito.

En esta área existen puntos donde la conectividad se mantiene y otros donde está fragmentada, como lo explica Ilvia Niño; una situación que requiere preservar las áreas aún inexploradas y restaurar las áreas transformadas. Un ejercicio que deberá realizarse manteniendo todos los posibles beneficios para las comunidades locales y las áreas protegidas del sector -entre esas el Parque Nacional Natural Alto Fragua Indi-Wasi y el Parque Regional Natural Miraflores y Picachos-.

Ya existen algunas recomendaciones para que el territorio inicie un proceso de recuperación de sus condiciones naturales, pero lograr este objetivo necesita tiempo y recursos; además, es necesario que las decisiones sobre el ordenamiento del territorio de los gobiernos, las comunidades y las autoridades estén alineadas con el trabajo ambiental de la zona: mantener los bosques existentes y restaurar esas zonas para preservar los corredores que conectan los andes con la amazonia.

El pasado marzo, en el encuentro más reciente, los representantes de los nueve municipios se reunieron para concretar propuestas que promuevan la adopción de estrategias de conservación, manejo sostenible y bienestar comunitario en el Distrito de Conservación de Suelos y Aguas del Caquetá.

¿Cuáles son esas propuestas?

Frente al estado o situación de conservación del área, las comunidades coincidieron en una lista de acciones que incluyen los territorios indígenas, las reservas de la sociedad civil, el turismo sostenible y el fortalecimiento de capacidades, entre otros. Dichas estrategias buscan garantizar que los municipios se comprometan con la incorporación de estas propuestas en sus instrumentos de planificación territorial y serán impulsados por algunos concejales de los diferentes municipios.