Fracasos nacionales | El Nuevo Siglo
Martes, 18 de Junio de 2019

En una conferencia de un famoso economista nacional predicaba que una de las causas del atraso del país, era la falta de un proyecto nacional que agrupara la nación colombiana en un propósito específico.

Probablemente tenga razón y por eso el relato de Colombia no puede hacerse, como en otros países, a partir de hitos logrados colectivamente o que nos unan colectivamente. Aparte de los triunfos deportivos, los campeonatos mundiales de Antonio Cervantes y Rocky Valdez, las medallas olímpicas de María Isabel Urrutia y Caterine Ibargüen, la vuelta a España de Lucho Herrera y el Giro de Nairo, o los triunfos de la Selección Colombia de fútbol, no hay más acontecimientos de unidad nacional.

Pero sí se puede construir un relato trágico de todos los proyectos que siendo de interés nacional no hemos sido capaces de construir y que nos pintan como un país fracasado en esos temas.

El túnel de la línea lleva más de 50 años de ser un anhelo nacional. Mientras uno ve como en otros lugares son capaces de hacer obras de infraestructura de mayor complejidad en periodos de dos o 5 años, aquí llevamos más de medio siglo y no hemos sido capaces de hacer ese famoso túnel.

La vía al llano es el otro gran fracaso nacional. 45 años acaba de cumplir la tragedia de Quebradablanca que, según estimativos conservadores, se llevó más de 500 vidas, y desde entonces se nos ha prometido por los sucesivos gobiernos que se comunicaría a Bogotá con Villavicencio mediante una carretera decente y segura. Algo más de 100 Kilómetros que ni el sector público, ni el sector privado han sido capaces de solucionar. Una montaña que los ha derrotado a todos y que ha impedido el desarrollo del medio país que hay de Cáqueza para allá.

Tampoco hemos sido capaces como país de hacer una carretera decente entre Cali y Buenaventura o de hacer de Buenaventura una ciudad acorde con los volúmenes de dinero que maneja la sede del mayor y más importante puerto del país. En el otro extremo, en el Caribe, también hay un problema eterno que cada tanto paraliza el segundo puerto del país, el de Barranquilla. El calado del puerto barranquillero que a cada rato se reduce por cuenta del sedimento que arrastra el río Magdalena es un vergonzoso problema sin solución.

La vía Pereira-Quibdó que han prometido todos los presidentes que en este país ha habido, es otro fracaso nacional que está ahí todos los días reclamándonos la vergüenza de haber condenado todo un departamento al más vulgar de los atrasos. Los ferrocarriles nacionales, el metro de Bogotá, el agua potable en Santa Marta, las vías secundarias y terciarias en los Montes de María y toda un serie de etcéteras nos muestran como un país inviable en materia de desarrollo.

 

Estamos a punto de iniciar los fastos del Bicentenario y, en algunos lugares del país se vive peor que en tiempos del imperio español. Del lomo de mula de la colonia, en muchos lugares se comieron el lomo y nos robaron la mula.

 @Quinternatte