Agua nebulizada sería más efectiva para apagar incendios | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 15 de Mayo de 2019
Agencia de Noticias UN

La eficiencia en la extinción de conflagraciones es mucho mayor con el sistema de agua nebulizada, pues suprime la llama en muy corto tiempo disminuyendo la temperatura generada y utilizando una mínima cantidad de agua frente a la requerida por la técnica convencional.

Así lo comprobó el ingeniero civil Juan Sebastián Navia, magíster en Ingeniería -Recursos Hidráulicos de la Universidad Nacional (U.N.), quien evaluó a nivel de laboratorio la eficiencia de ambos sistemas al momento de apagar el fuego en diferentes materiales combustibles, con la intención de concientizar al gremio de la construcción de la importancia de introducir esta nueva tecnología de manera generalizada en el país.

La propuesta de Navia y de su director de tesis, el profesor Rafael Orlando Ortiz, es incluir en las construcciones sistemas de boquillas nebulizadoras, las cuales, unidas a un sistema de bombeo de alta presión, logran desintegrar la gota de agua de un rociador convencional en partículas microscópicas, de hasta 8.000 microgotas, lo que maximiza la superficie de intercambio de calor y genera una mayor evaporación de las gotas en menor tiempo.

Las pruebas se adelantaron en el laboratorio para incendios construido para tal fin por el profesor Ortiz en el patio de ensayos del Edificio de Hidráulica de la U.N. Sede Bogotá. Se trata de un espacio con dos habitaciones, una dotada con el sistema convencional y otra con el de agua nebulizada.

En este laboratorio se recrearon incendios controlados con diferentes tipos de materiales combustibles para obtener así́ las clases de fuego a evaluar. Cada una de las pruebas fue documentada mediante grabación de video y los sistemas se calibraron para el posterior análisis de caudales, volúmenes de agua utilizados, tiempos de supresión del fuego y temperaturas alcanzadas en cada uno de los escenarios.

“Los sistemas que yo llamo convencionales son aquellos que se utilizan hoy en estructuras de servicios comerciales, industriales, bodegajes, vivienda, y en general en todo proyecto, desde que la Norma Sismo Resistente Colombiana implementó un capítulo en el que exige instalar redes contra incendios en todas estas construcciones; sin embargo estos emplean rociadores un poco obsoletos que siguen siendo costosos”, señala el investigador.

 

Diferentes fuegos

En la clasificación de incendios se contemplaron fuegos clases A, B, C y K. Los primeros se forman a partir de elementos orgánicos sólidos como madera, papelería y textiles, entre otros; los clase B provienen de la combustión de líquidos inflamables como gasolina, pinturas o aceites, entre otros; los de clase C presentan componentes eléctricos, con riesgo de conducción de energía, y los clase K son fuegos generados en cocinas por grandes cantidades de aceite o lubricantes presentes en el medio.

El investigador señala que aunque según muchas investigaciones es más difícil suprimir o extinguir incendios usando boquillas de nebulización en espacios grandes, donde no se puede producir un agotamiento de oxigeno apreciable, con las pruebas realizadas por él se estableció la eficiencia de usar agua nebulizada para apagar un incendio en un lugar cerrado.

Además la eficiencia en la extinción de estos eventos fue mucho mayor con el sistema de agua nebulizada que la presentada por el sistema convencional.

También observó que los sistemas convencionales de rociadores no son recomendables para atender incendios que presenten fuegos tipo B, C y K, ya que en ningún caso se logró una efectividad que genere confianza para incluirlos en un proyecto. Y aunque en los eventos generados con fuegos clase A tuvieron un buen comportamiento, no se llegó́ a la supresión total del fuego y el volumen de agua utilizado para controlarlo resultó excesivo.

En contraste, las pruebas con agua nebulizada de alta presión permitieron constatar que este sistema presenta muy buenos resultados para atender fuegos clase B, C y K, ya que en todos los casos llegó a una supresión total del fuego en muy corto tiempo. Por ejemplo, mientras con el sistema convencional se tardaron 118 segundos para lograr la supresión aparente de un fuego clase K, con el de agua nebulizada se consiguió en 3 segundos.

Aunque en el caso del fuego clase A las prestaciones son similares con la red convencional de rociadores, la disminución del calor radiante presentó mayor eficiencia y la cantidad de agua utilizada es mucho menor.

Los sistemas de agua nebulizada se han implementado en el país en proyectos públicos como el Edificio de Jefatura de Derechos Humanos del Ejercito Nacional, el edificio de la Sede Centro de ETB y las cárceles de Buga, Tuluá y Espinal, entre otros. Con investigaciones como las del ingeniero Navia también se espera promover su inclusión en obras privadas./U.N.