60 millones de árboles en 2020 | El Nuevo Siglo
Viernes, 14 de Febrero de 2020
  • Ambiciosa meta para combatir deforestación
  • Más allá de la “Gran Sembratón” de marzo

 

 

En medio del agitado día a día en nuestro país es entendible que la opinión pública y cada colombiano en particular no tengan el tiempo suficiente para analizar las metas que a corto, mediano y largo plazos se fija la nación. Por ejemplo, uno de los objetivos más ambiciosos del Plan de Desarrollo del gobierno Duque es el relativo a la siembra de 180 millones de árboles antes del 2022. Alcanzarlo sería la principal contribución de nuestro país a la meta global de plantar un billón de árboles al 2030.

Plantar 180 millones de árboles es, a todas luces, descomunal. Sin embargo, jugarse por ese tipo de metas es el único camino que le queda a un país que, lamentablemente, continúa sufriendo una de las más altas tasas de deforestación. Se trata de un hecho muy grave si se tiene en cuenta que Colombia posee el 50% de los páramos del mundo, el 35% de su territorio está en la cuenca amazónica y en el 50% de la geografía nacional hay bosques húmedos tropicales.

De hecho, en nuestro país en 2018 se perdieron un poco más de 197 mil hectáreas de bosques. Sin embargo, pese a ser una afectación muy alta hubo una reducción del 10% frente a las 219.973 hectáreas que se talaron en 2017. La región amazónica colombiana, que hace parte del nodo ecosistémico más importante del planeta, continúa siendo la zona más afectada, al punto que allí se registró el 70% del área deforestada.

Aunque el actual Ejecutivo recalca que se quebró la curva ascendente de la deforestación en Colombia, un hecho que se no había logrado en la presente década, es evidente que se requiere redoblar los esfuerzos para acabar con este flagelo. Ello implica, de un lado, atacar con más eficiencia fenómenos como la extensión desordenada de la frontera agrícola; combatir la minería criminal; acelerar los operativos de erradicación de narcocultivos, que entre 2013 y 2018 se quintuplicaron hasta llegar a las 210.000 hectáreas; más incentivo a la reconversión de la ganadería extensiva; desarticular los carteles de tala y tráfico ilegal de madera; regular, bajo criterios de desarrollo sostenible, los procesos de urbanización en zonas de alto impacto; ampliar la extensión de las zonas de reserva natural protegida; activar una estrategia más eficaz contra los incendios forestales…

En esa dirección se han dado pasos importantes como la firma el año pasado del Pacto de Leticia para la protección de la cuenca amazónica, el freno -por primera vez desde hace siete años- de la curva ascendente de los narcocultivos, la suscripción del Acuerdo de Escazú y los resultados positivos de los operativos contra la deforestación en los Parques Nacionales, en el marco de la Operación Artemisa, entre otras medidas.

Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para neutralizar la amenaza que representa la deforestación para Colombia. Es allí en donde, como se dijo al comienzo, entra la meta del Plan Nacional de Desarrollo en torno a sembrar 180 millones de árboles antes de 2022. Para lograrlo ya se está aplicando una estrategia a nivel departamental y municipal que, según el Ministerio de Medio Ambiente, está dando buenos resultados. Recientemente, en el Foro Económico de Davos, el propio presidente Iván Duque daba cuenta de que en año y medio se había logrado plantar 24,7 millones de árboles y que la meta para este 2020 era de 60 millones más.

Dentro de este último plan de acción hay este año jornadas especiales como la que se está planificando para los próximos 21 y 22 de marzo. En esas fechas debe llevarse a cabo el “Gran Sembratón Nacional”, cuyo objetivo es plantar más de cinco millones de árboles en todo el país. Para lograrlo se está trabajando con las corporaciones autónomas regionales, los institutos de investigación, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales,  Parques Nacionales Naturales así como con gobernaciones, alcaldías, organizaciones de campesinos, jóvenes, empresas, Fuerza Pública y una gran cantidad de sectores públicos y privados. El resultado de esta jornada será clave para las otras dos que se tienen programadas para este año.

Como se ve, la estrategia para combatir la deforestación no solo es ambiciosa sino, además, requiere de un alto nivel de coordinación a nivel nacional, regional y local. No será fácil plantar 180 millones de árboles antes de agosto de 2022, sin embargo, como enseña la sabiduría popular, en la vida hay que ponerse objetivos muy altos para poder avanzar de forma efectiva. Una premisa que es aún más urgente en un país que, como Colombia, está ubicado entre las naciones con mayores niveles de vulnerabilidad al cambio climático.