LA GUARDIA CIVIL incautó millones de papeletas electorales y sobres destinados al referéndum de autodeterminación convocado por el gobierno catalán para el domingo, además de un centenar de urnas, informó una fuente policial.
Se trata de la última de una larga lista de incautaciones por parte de la policía mientras la justicia y el gobierno español intentan frenar el referéndum en esta región nororiental dividida sobre la secesión pero ampliamente partidaria de decidir su futuro en las urnas.
En un almacén de Igualada, municipio 65 km al oeste de Barcelona, "la Guardia Civil ha incautado 2,5 millones de papeletas, 4 millones de sobres y cien urnas", informó esta fuente policial.
Según los propietarios del almacén, las urnas, las primeras requisadas por la policía en su despliegue para impedir la votación, eran de las elecciones a la presidencia del club español de fútbol FC Barcelona, señaló esta fuente.
Desde el gigante futbolístico, un portavoz señaló que la empresa en cuestión "había sido proveedor del club".
El Tribunal Constitucional decretó la suspensión del referéndum considerado anticonstitucional tanto por la justicia como por el gobierno español, que quiere detenerlo a toda costa.
Además de las papeletas y material de propaganda electoral, miembros clave del gobierno regional en la organización del referéndum fueron detenidos la semana anterior y puestos en libertad condicional y decenas de webs promoviendo la votación fueron clausuradas.
Estas medidas generaron indignadas protestas en Barcelona, otras ciudades catalanes e incluso en Madrid. Miles de policías del resto del país fueron desplazados a esta región para ayudar a frenar la votación.
Pero los líderes separatistas catalanes aseguraron que el referéndum seguirá adelante pase lo que pase.
"Las papeletas se pueden volver a imprimir tantas veces como haga falta, el censo lo tenemos, las urnas están, los colegios electorales estarán", dijo a la AFP Raul Romeva, al frente de las relaciones exteriors del gobierno regional.
Entretanto, miles de estudiantes en huelga salieron a las calles de Barcelona, como parte de la "movilización permanente" de los separatistas catalanes, a tres días del referéndum de independencia prohibido por la justicia española.
Envueltos muchos de ellos en la bandera independentista y a gritos de "¡votaremos!" e "¡independencia!", unos 10.000 marchaban por la Gran Vía de las Cortes Catalanas, una de las principales arterias de la ciudad, constataron reporteros de la AFP.
Los estudiantes de secundaria y universidad, llamados a la huelga, tratan de defender así la celebración de la consulta, contra la que el gobierno y la justicia española han desplegado un amplio dispositivo legal y policial con el fin de impedirla.
"La mayoría de la gente joven es independentista, y si no lo es, se ha vuelto independentista después de ver lo que ha hecho España en estas últimas semanas", aseveró en declaraciones a AFP Aina González, una estudiante de 16 años.
La movilización estudiantil podría traducirse en la ocupación de colegios que podrían servir para la votación del domingo. La consulta tiene profundamente dividida a la sociedad catalana entre secesionistas y partidarios de seguir en España, y se ha convertido en una de las mayores crisis políticas que ha vivido el país en las últimas décadas.
"Este reférendum no soluciona, es más un problema, porque confronta a esos dos colectivos de Cataluña", declaró Alex Ramos, vicepresidente de la asociación Sociedad Civil Catalana (SCC), opuesta a la secesión.
La justicia ha ordenado a la policía regional, los Mossos d'Esquadra, precintar esos colegios a más tardar el viernes por la noche, pero estos se muestran reticentes y han advertido del "riesgo" de disturbios que entrañaría la aplicación de esa orden.
Por su lado, el Banco de España advirtió en su informe trimestral de los "riesgos" que entraña la tensión política en Cataluña.
"En el plano interno, las tensiones políticas en Cataluña podrían afectar eventualmente a la confianza de los agentes y a sus decisiones de gasto y condiciones de financiación", indicó la institución en su informe trimestral, en el que mantuvo sus previsiones de crecimiento para 2017 (3,1%).