Indemnización a kenianos por abusos de era colonial de GB | El Nuevo Siglo
Jueves, 6 de Junio de 2013

El gobierno británico aceptó indemnizar a miles de kenianos 60 años después de la violenta represión del levantamiento Mau Mau, una página oscura de la historia colonial británica.

 

En Nairobi, unos 160 exguerrilleros Mau Mau, algunos muy ancianos, acogieron con emoción y orgullo el jueves este anuncio, que podría suscitar más acciones judiciales de ciudadanos de otros dominios del antiguo imperio.

El ministro de Relaciones Exteriores, William Hague, anunció en la Cámara de los Comunes un acuerdo por valor de 19,9 millones de libras (30,8 millones de dólares, 23,5 millones de euros). Sin embargo, una vez pagados los gastos de los abogados, las 5.228 víctimas se repartirán en realidad 13,9 millones de libras, o unas 2.600 libras por persona, según el abogado que las defendía, Martin Day.

 

"El gobierno reconoce que una serie de kenianos fueron sometidos a torturas y otras formas de malos tratos a manos de la administración colonial", declaró Hague ante los diputados.

Durante su intervención, después de una batalla judicial de cuatro años entablada por víctimas y que ahora será abandonada, expresó el "sincero pesar" del gobierno, sin pedir no obstante una disculpa.

 

"La tortura y los malos tratos son violaciones aborrecibles de la dignidad humana que condenamos sin reservas", dijo, anunciando que el gobierno pagaría 19,9 millones de libras (30,8 millones de dólares, 23,5 millones de euros) a 5.228 víctimas defendidas por un bufete de abogados británico.

El ministerio británico de Relaciones Exteriores confirmó el mes pasado que estaba negociando un acuerdo con demandantes que acusaban a las fuerzas imperiales británicas de haber cometido torturas y agresiones sexuales en su contra.

Hasta ahora, el Foreign Office argumentó que el gobierno keniano heredó la responsabilidad de los hechos cometidos durante el periodo colonial cuando el país accedió a la independencia, en 1963.

 

"Doy gracias al cielo de que estemos todavía con vida para vivir esto y que seamos indemnizados por las atrocidades que se cometieron", se alegró ante la AFP en Nairobi Habil Molo Ogola, de 78 años.

El anciano explicó que después de haber tratado de ayudar a presos Mau Mau a escapar, fue detenido durante tres años y sufrió torturas.

Gitu wa Kahengeri, portavoz de una asociación de veteranos Mau Mau, de casi 90 años, acogió con satisfacción "un gran día".

"El gobierno británico entendió que necesitábamos justicia. Es el comienzo de una reconciliación entre los Mau Mau y el gobierno británico. Es fantástico para nosotros, que luchamos por la independencia", dijo.

 

Al menos 10.000 personas, según la estimación más baja, murieron durante la insurrección Mau Mau del periodo 1952-1960 contra el régimen colonial, brutalmente reprimida. En aquella época, lo que acaparó sobre todo la atención internacional fue la muerte de 32 colonos blancos durante la revuelta.

Un gran número de demandantes nunca llevaron armas, pero fueron maltratados después de haber sido acusados de proporcionar alimento o ayuda a los rebeldes, que llevaban a cabo ataques para recuperar las tierras fértiles de los colonos blancos.

 

Decenas de miles de personas fueron detenidas, entre ellas el abuelo del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

El movimiento reclutaba esencialmente entre la comunidad kikuyu. El primer presidente del país, Jomo Kenyatta, era kikuyu y ex Mau Mau.

Martin Day, del bufete de abogados británico Leigh Day, celebró un "momento histórico". "Es valiente reconocer públicamente por primera vez la naturaleza terrible del pasado del Reino Unido en Kenia", declaró uno de los abogados, Martyn Day.

Afirmó que la decisión de indemnizar a las víctimas de torturas podría llevar a otros ciudadanos de antiguas colonias británicas a estudiar una posible acción judicial contra el gobierno de Londres, en Yemen, Malasia y Chipre sobre todo.

 

En octubre de 2012, el Tribunal Superior de Londres autorizó a tres kenianos, Paulo Muoka Nzili, Wambugu Wa Nyingi y Jane Muthoni Mara, a ir a juicio contra el gobierno británico.

Según sus abogados, el primero fue castrado, el segundo violentamente golpeado y la tercera sufrió abusos sexuales en campos de detención durante la insurrección Mau Mau.

Una cuarta demandante, Susan Ngondi, murió antes de la decisión.

 

Además de la indemnización, que representa por persona unas 3,5 veces el salario anual de un funcionario keniano básico, el gobierno británico dijo que contribuiría a la construcción de un memorial en Nairobi para las víctimas de torturas y malos tratos durante la era colonial.