Un fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario ordenó escuchar en indagatoria al sargento retirado del Ejército, Bernardo Alfonso Garzón Garzón por un caso de tortura, secuestro extorsivo y tentativa de homicidio agravado.
El hecho por el que esta semana fue capturado Garzón Garzón se registró el ocho de abril de 1986 en Bogotá cuando el entonces miembro activo del M-19, Guillermo Marín, fue raptado por hombres armados al salir de una reunión en la sede de la Juventud Trabajadora de Colombia.
De acuerdo con la versión de Marín, sus captores lo trasladaron a la sede del Batallón Charry Solano donde fue golpeado, sometido a procedimientos de asfixia mecánica y por sumersión de su cabeza en agua y obligado a suscribir un documento en el que identificaba a algunos cabecillas de la subversión.
El relato de Marín asegura que dos días después fue amordazado, atado de pies y manos y su cuerpo introducido en costales de fique y llevado a un paraje solitario del Parque La Florida, al occidente de Bogotá, donde recibió dos disparos de arma de fuego, de los que sobrevivió.
Por estos hechos la Fiscalía de Derechos Humanos en marzo de 2009 inició la investigación y ordenó la captura de Camilo Pulecio Tovar y Gustavo Arévalo Moreno, quienes para la época de los hechos ocupaban los cargos de coronel y sargento y los llamó a juicio el 12 de noviembre de 2010 por los delitos de secuestro extorsivo, tortura y tentativa de homicidio. Diez meses más tarde, el 5 de septiembre de 2011, el Juzgado Sexto Penal Especializado de Bogotá “declaró la prescripción de la acción penal”.
En septiembre del año pasado el Tribunal Superior de Bogotá revocó la decisión del Juez, de cesar el procedimiento penal al calificar los hechos como un delito de lesa humanidad, por lo que decretó sus capturas.
La próxima semana continúa la audiencia preparatoria de juicio en contra de los exmilitares, Pulecio Tovar y Arévalo Moreno y se escuchará en indagatoria a Garzón Garzón.