Desde el punto de vista económico, la salida del alcalde le traería serios problemas de credibilidad a la capital. Su impacto solo se vería en el largo plazo, pero dos rubros como lo son la inversión y los negocios, serían los primeros afectados
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La realización de la revocatoria del alcalde mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa, costará unos $35 mil millones, pero el verdadero impacto sobre su salida tiene un costo incuantificable. Su valor medido en el Producto Interno Bruto, PIB, no podría establecerse inmediatamente, de acuerdo con algunos analistas.
Actualmente, el crecimiento de la capital representa el 29% del total del país. Según el DANE, el Producto Interno Bruto de Bogotá, en 2016, creció en 2,6%, para un total de $187.919 miles de millones, y estuvo por encima del nacional que fue de 2,0% con un PIB per cápita de US$5.908,6, según las cifras oficiales.
Los datos entregados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, señalan que la capital no es ajena a la baja en la producción y la demanda.
En el trimestre enero–marzo de 2017 la producción industrial de Bogotá presentó una variación de -4,2%, once de las catorce actividades industriales analizadas para Bogotá registraron variaciones negativas, las principales variaciones se registraron en Carnes, aceites y grasas, frutas y verduras con -9,0%, Edición e impresión -11,8%, y Sustancias químicas básicas y otros productos químicos con -4,4%.
Para Bogotá en el trimestre enero–marzo de 2017, las ventas y el personal ocupado registraron variaciones de -3,8% y -1,6% respectivamente. En el mismo periodo del 2016 las variaciones anuales fueron: producción real 1,8%, ventas 1,3% y personal ocupado -1,0%.
En contravía
El presidente de Probogotá, Luis Guillermo Plata, dijo que los anuncios de revocatoria van en contra de la ciudad. No hay duda que se afectará gravemente la confianza inversionista de la cual Bogotá es líder en el país y se truncarían muchos planes y programas no solo para el desarrollo de la ciudad región sino para el país en general.
“La ciudad-región posee el 34% de las empresas, el PIB de la región representa el 29% del total nacional, y es el mayor mercado laboral del país con 4,2 millones de trabajadores”.
Datos de la Cámara de Comercio de Bogotá indican que la ciudad región posee el 34% de las empresas del país con 435 mil unidades productivas, el PIB de la región representa el 29% del total nacional, es el mayor mercado laboral del país con 4,2 millones de trabajadores, es la segunda ciudad más exportadora de Colombia, es la cuarta ciudad más atractiva para invertir de acuerdo con el ranquin del Índice de Atractividad de Inversiones Urbanas en América Latina y es la quinta ciudad mejor calificada para hacer negocios en la región, según el ranquin de competitividad urbana que elabora América Economía Intelligence y es considerada la séptima ciudad para el turismo de negocios, según el International Congress and Convention Association, ICCA.
Posición gremial
Gremios como Camacol B&C, ANDI Bogotá, Asocolflores, Cámara de Comercio de Bogotá, Cámara Colombiana de Infraestructura, Cotelco Bogotá, Fenalco Bogotá, Lonja de Propiedad Raíz, Sociedad Colombiana de Arquitectos, Sociedad Colombiana de Ingenieros y la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá, que conforman el Comité Intergremial Región Capital, CIRC, manifestaron su preocupación por las acciones que promueven la revocatoria del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, porque la consideran inconveniente para el desarrollo de la ciudad.
Martha Moreno, presidenta de Camacol, aseguró que “el proceso revocatorio en contra del alcalde es contraproducente, ya que no permite generar y ejecutar las políticas públicas necesarias para el buen rumbo de la ciudad y de los bogotanos”.
De acuerdo con estas organizaciones, los efectos de esta revocatoria perjudican directamente el desarrollo de la ciudad, “la confianza inversionista tanto nacional como extranjera que llega a la región, la apertura de nuevos negocios, la estabilidad de los que ya se vienen desarrollando y, en general, la vida cotidiana de todos los bogotanos, generando un limbo jurídico que paraliza el desarrollo”.
ETB y Metro
Una de las causas que ha suscitado la solicitud de revocatoria del alcalde Peñalosa es la venta de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, que fue suspendida hace algunas semanas. Para el director de Cedetrabajo y profesor del CESA y la Universidad Central, Mario Alejandro Valencia, la venta de la ETB va en contravía de la tendencia mundial, pues para el analista el sector de las telecomunicaciones es uno de los más dinámicos a nivel mundial, sobre todo considerando que el 57% de la población todavía no está conectada a Internet, lo que indica el enorme potencial de crecimiento de esta actividad. En este contexto, es importante saber que 30 de las empresas de telecomunicaciones más grandes del mundo son públicas en su totalidad o con fuerte participación estatal, como la más grande: China Telecom, pasando por Telecom Australia, Belgacom, Orange, T-Mobile, Transtelekom de Rusia, Swisscom, Teracom de Suecia, Raitel de India y NTT de Japón.
Arguyó que no es cierto que en Colombia la apertura económica neoliberal haya propiciado una intensa competencia del sector privado que beneficia a los consumidores. Por el contrario, el índice Herfindal-Hirshmann para el sector de telecomunicaciones muestra que está en 2.900 puntos, cuando por encima de 2.500 se considera una alta concentración. Si por ejemplo Claro, la empresa con más quejas de los usuarios en Colombia, llegara a comprar la ETB, este índice se dispararía a 6.300 puntos, una situación muy cercana al monopolio.
Tampoco es cierto, señala el experto, que la empresa haya perdido clientes durante una década. Las 664 mil líneas de telefonía fija que se perdieron, fueron reemplazadas por 550 mil suscriptores nuevos a Internet, 390 mil a líneas móviles y 69 mil a televisión. Es decir, se presentó una reconfiguración del negocio con nuevas y mejores fuentes de ingreso.
El plan de inversiones de la ETB era necesario y bien pensado. Se invirtieron $1,3 billones, en la red de fibra óptica más moderna del país y con la velocidad más alta, un elemento esencial de la competitividad que necesita lograr Colombia.
En el caso del Metro, la construcción requerirá el cierre de varios tramos de las vías por donde pasará, eso incluye la Avenida Primero de Mayo y la Caracas. La primera es una de las principales arterias del sur y la otra es el corredor principal de Transmilenio para conectar el sur con el norte, si se cierran ambas, la movilidad del sur de la ciudad se afectará fuertemente y la calidad de vida de sus habitantes, además de disminuir la productividad de las empresas localizadas en esos sectores.
Por otra parte, el valor del suelo por donde transitan los Metros elevados suele disminuir como consecuencia del ruido que genera su tránsito, las fronteras físicas que causan, y los focos de inseguridad que se crean en la parte baja de la vía. En Bogotá el riesgo es que cada columna que sostenga la vía se convierta en un nicho para indigentes, basura, excrementos y atracos, especialmente a su paso por el centro.
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