El número de fallecidos en el accidente de tren cargado de petróleo el sábado en Lac-Megantic, la provincia canadiense de Quebec, subió a 20 el miércoles, mientras que los desaparecidos cuya muerte se presume sumaron 30, según la policía.
"Nos reunimos con las familias de estas 50 personas que presuntamente murieron", anunció el portavoz de la seguridad de Quebec (SQ por sus siglas en francés, policía provincial), el inspector Michel Forget.
En la mañana del miércoles, la SQ había confirmado 15 muertes, pero 45 desaparecidos.
Las banderas en Quebec serán puestas a media asta desde el jueves por una semana, anunció el gobierno de la provincia, que desbloqueó 60 millones de dólares canadienses (57 millones de dólares estadounidenses) para la devastada comunidad.
"Puedo decirles que además de nuestra profunda tristeza, tenemos un sentimiento de cólera muy legítima", declaró a la prensa la Primera ministra de la provincia, Paul Marois, al anunciar las medidas.
"A su debido tiempo, tanto la empresa como las autoridades competentes deberán rendir cuentas", agregó, en alusión a la empresa ferroviaria estadounidense The Montreal, Maine & Atlantic Railway (MMA) y al gobierno federal, responsable de hacer cumplir las normas ferroviarias en Canadá.
Un tren de la MMA, que transportaba petróleo, descarriló la madrugada del sábado en Lac-Megantic, pequeña localidad unos 250 km al este de Montreal, provocando una gigantesca explosión y pulverizando una treintena de edificios.
"Esto no debió ocurrir jamás", insistió Marois. "Las preguntas son muchas y deberán darnos todas las respuestas", agregó.
El presidente de la casa matriz de la MMA, Edward Burkhardt, viajó este miércoles a Lac-Megantic y declaró que "los frenos de mano no fueron accionados adecuadamente en este tren y era responsabilidad del ingeniero hacerlo".
Burkhardt fue insultado por residentes locales en cólera, al llegar al lugar cinco días después de la tragedia.
El presidente de MMA respondió a las preguntas de un enjambre de periodistas que lo rodeaba en una calle de Lac-Mégantic, detrás de un cordón protegido por policías, que impedían aproximarse a los enfurecidos vecinos.
MMA había acusado el martes a los bomberos de Nantes, una localidad cercana, de haber contribuido a la catástrofe al desactivar por error los frenos cuando apagaron un pequeño incendio en una de las cinco locomotoras del tren, con 72 vagones cisterna.
Los bomberos de Nantes "utilizaron un extintor de mano para apagarlo (el incendio) y para hacerlo pararon los motores de la primera locomotora, desactivando entonces los frenos de aire de la locomotora, lo cual desencadenó el resto de los acontecimientos", declaró Burkhardt en una entrevista al diario La Presse.
Por su parte, el jefe de los bomberos del municipio de Nantes, Patrick Lambert, rechazó las acusaciones.
"Cuando llegamos la locomotora funcionaba. Nosotros la paramos por seguridad, es el protocolo de intervención, hay que cortar el motor", afirmó, antes de recordar que su equipo fue llamado a intervenir cuatro veces en ocho años para resolver problemas ligados a la empresa propietaria del tren.
El tren sin conductor se precipitó por la cuesta entre Nantes y la localidad de Lac-Mégantic, descarrilando y haciendo explosión en esta pequeña ciudad turística situada justo al norte de la frontera estadounidense.
Por su parte, la policía provincial de Quebec indicó que se consideraba la hipótesis de una "negligencia criminal" en el accidente.
La bandera de flor de lis azul y blanca de Quebec será puesta a media asta en todos los edificios públicos de la provincia durante una semana.
AFP.