Con una alerta o constancia histórica, el concejal Roger José Carrillo, del Partido Conservador, dijo que hay peligro en la cuenca hídrica que abastece el sistema Chingaza que suministra el 80 por ciento de agua a la capital, por lo que se desarrolló un debate de control político en la corporación.

El gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), Alberto Merlano, dijo que además de la importancia de buscar salidas para el suministro de agua a mediano plazo, existe la preocupación por la calidad debido a problemas que se presentan en la planta de Tibitoc, denuncia que había difundido Noticias Uno.

En un debate citado por la bancada del Partido Conservador, Carrillo indicó que el ecosistema de Chingaza debe ser preservado “con políticas ambientales que enfrenten a las grandes amenazas del Parque Natural, como lo son el calentamiento global, la contaminación, la deforestación por el avance de la ganadería y la agricultura, así como temas sociales que redundan en un peligro contra esta cuenca hídrica”.

El concejal recordó que el agua proveniente del embalse de Chuza, en el nororiente de Bogotá, es más barata para la ciudad que la que es tratada en plantas purificadoras. “Pero para conservar este regalo de la naturaleza, es prioritario sentar políticas de conservación del ecosistema, el cual aporta un millón de metros cúbicos de agua para el abastecimiento de más de doce millones de personas, de Bogotá y de poblaciones vecinas”.

El concejal Carrillo explicó que los cultivos de papa y la ganadería, entre otros, deforestan la colcha de agua generando contaminación con la utilización de agroquímicos y poniendo en peligro la riqueza de flora y fauna que se asientan en el páramo. “Son más de setenta especies en vía de extinción en este parque que cuenta con una fauna exquisita como osos de anteojos, el puma, el cóndor de los Andes, el venado y la danta del páramo”.

Así mismo, recalcó que los cambios climáticos, la contaminación y la deforestación amenazan los frailejones y musgos de pantano que absorben hasta un 40 por ciento del agua. “Necesitamos debatir sobre las acciones que se han venido realizando para no deteriorar el ecosistema y los proyectos de mantenimiento para salvar el corazón hídrico de Bogotá”, enfatizó Carrillo.

Previenen

Mientras se determinan mayores inversiones para preservar Chingaza, en Bogotá se extreman medidas preventivas para enfrentar la segunda temporada de lluvias 2013. Operarios de la EAAB realizan la limpieza y recuperación del río Juan Amarillo ubicado en la carrera 94G con calle 97, al occidente de la capital. Este canal recoge las aguas  lluvias de gran parte del norte y centro-occidente de la ciudad.

Estos trabajos hacen parte de los operativos de mantenimiento que realiza el Acueducto de Bogotá en puntos críticos de los principales canales y cuerpos de agua que conforman el sistema de drenaje de la ciudad.

La empresa bogotana se prepara con estas acciones preventivas para enfrentar la inminente llegada de las lluvias de la segunda temporada invernal de 2013, que tradicionalmente inicia a finales de septiembre y se extiende hasta mediados de diciembre.

En este sentido, la empresa bogotana ha trabajado en los últimos meses en el mantenimiento de los más de 8 mil kilómetros de redes por medio del sondeo a tuberías, sumideros y pozos del alcantarillado para retirar los desechos que arrojan algunos ciudadanos y que terminan taponando el drenaje de la ciudad y afectándola ante las lluvias.

En estas labores se han retirado más de 120.000 metros cúbicos de residuos sólidos provenientes de canales, humedales y estructuras de control y se ha realizado mantenimiento y limpieza a más de 80 canales y quebradas de la ciudad.

Más de 250 operarios con cerca de 150 equipos especializados trabajan desde ya en todas las localidades realizando la limpieza del sistema de alcantarillado para menguar eventuales emergencias en la ciudad.