La policía de Investigaciones chilena (PDI) y el ministerio del Interior anunciaron este martes la incautación de tres toneladas de droga procedente de Bolivia, el mayor alijo decomisado en la última década.
Las tres toneladas de cocaína, hidrato de cocaína y pasta base incautadas en Illapel (287 kilómetros de Santiago) se habrían traducido en más de 28 millones de dosis, según la policía.
"Lo que aquí se ha hecho es un golpe duro al narcotráfico. Inédito y quizás no visto desde hace muchos años. Más de 28 millones de dosis es un cálculo conservador, lo que significa casi dos dosis por cada uno de los habitantes adultos del país", valoró el ministro del interior, Rodrigo Peñailillo, en un comunicado.
En la operación fueron detenidas ocho personas, cuatro de ellas con antecendentes, y se incautó además armamento, una suma importante de dinero y municiones.
La llamada "operación Capricornio", en referencia a la calle donde se produjo un homicidio en marzo que dio lugar a las investigaciones, se pudo llevar a cabo mediante el uso de sofisticada tecnología por parte de la policía.
La banda utilizaba sistemas de claves para escapar a controles policiales y teléfonos satélitales para evitar ser detectados.