La información de la Policía, que sigue de cerca los movimientos criminales del “Clan Úsuga”, fue determinante para la interceptación de una lacha rápida (tipo Go Fast), con cuatro tripulantes, que prendía llegar a Honduras con cocaína en su compartimentos.
Los investigadores colombianos establecieron que del Golfo de Urabá, zarpó la embarcación con una cantidad indeterminada de droga, cumpliendo unas coordenadas y recorrido que la obligaría a pasar muy cerca de la costa limítrofe entre Panamá y Costa Rica.
Con esa orientación, las autoridades de los dos países lanzaron una operación por aire y mar, hasta detectar la lancha. Las personas a bordo, llevaron la nave hasta inmediaciones de Boca Drago, en la provincia de Boscas del Toro (Panamá), allí desembarcaron y se perdieron entre la maraña, abandonando el cargamento que transportaban.
En las verificaciones a la lancha, fue incautada media tonelada de clorhidrato de cocaína, que estaba distribuida en 17 tulas. Además, se encontraron 210 municiones calibre M - 16 y los documentos de identificación de un supuesto ciudadano colombiano, que respondería al nombre de Carlos Alberto David Escobar.
En los bloque de la cocaína incautada, aparece una marquilla con la palabra “TEKA”, expresión que según información de inteligencia, es utilizada por alias “Otoniel”, máximo cabecilla del “Clan Úsuga”, para marcar sus envíos a carteles mexicanos.