El narcótico fue decomisado al interior de un contenedor en el puerto de Cartagena.

Según la Policía Nacional, el alijo sería entregado al cartel de “Los Zetas” en México y tendrían un valor de 95 millones de dólares.

Por medio de operaciones de registro y control portuario, unidades de la Policía notaron que la documentación registraba inconsistencias en el lugar sede del envío, numeración de las facturas y traslado de domicilio de la empresa, por lo que sospecharon y empezaron labores de registro, dando como resultado el hallazgo del narcótico.

Nueva forma de contaminación

La carga de los contenedores era “Glicerina UPS”, un producto de tipo farmacéutico líquido. (La glicerina se almacena en bolsas de polipropileno de alta densidad para su transporte).

Y aprovechando este sistema de envasado que se conoce como “flexitank”, los delincuentes contaminaron la base de las bolsas con el clorhidrato de cocaína, en su modalidad básica, paquetes rectangulares envueltos en plástico.

 Es por ello, que cada “flexitank”, fue sometido al scanner, arrojando en el resultado figuras asimétricas que no correspondían a una carga líquida, por lo que se procede al vaciado de los “flexitank”, encontrando en su interior 3.826 paquetes rectangulares, que fueron sometidos a la Prueba de Identificación Preliminar Homologada, PIPH, dando positivo para clorhidrato de cocaína con un peso neto de 3.826 kilos.