por Benoît TOUSSAINT con Yannick PASQUET en Berlín
El copiloto que estrelló el Airbus A320 en los Alpes franceses, dejando 150 muertos, ocultó a la compañía alemana de bajo coste Germanwings que tenía una enfermedad, según la fiscalía, al tiempo que la prensa atribuía al joven antecedentes depresivos.
Andreas Lubitz ocultó que estaba de baja por enfermedad el día de la tragedia, anunció el viernes la fiscalía de Dusseldorf (oeste).
Los investigadores encontraron en su domicilio certificados de "baja médica detallados" que el piloto había roto y que correspondían al "día de los hechos", el pasado martes, afirmó la fiscalía en un comunicado, sin precisar de qué enfermedad se trataba.
Esos documentos "sustentan la tesis" según la cual Andreas Lubitz, de 27 años, "ocultó su enfermedad a su patrón y a su entorno profesional", señaló el comunicado de la fiscalía.
Los documentos hallados en el domicilio del piloto dan cuenta de una "enfermedad existente y de tratamientos médicos correspondientes", agregó la fiscalía.
En cambio, los investigadores no encontraron ninguna carta de despedida o mensaje que anunciara un acto premeditado.
Por su parte, la prensa alemana reveló el viernes que Lubitz, aficionado al deporte y "muy competente", según sus allegados, había sufrido una grave depresión hace seis años, cuando estudiaba para piloto.
El joven había tenido que interrumpir sus estudios "durante cierto tiempo", declaró el jueves el presidente de Lufthansa, casa matriz de Germanwings, Carsten Spohr, quien agregó que no tenía derecho a revelar las razones de esa interrupción.
No obstante, Lubitz superó todos los tests, incluidos psicológicos, previos a la contratación, dijo Spohr.
El joven padeció una grave depresión hace seis años, cuando cursaba los estudios de piloto, afirmó el diario popular Bild, que afirmó haber tenido acceso a documentos oficiales.
El piloto estaba desde entonces bajo vigilancia "médica especial y regular", sostuvo el diario.
Lufthansa, casa matriz de la aerolínea de bajo costo Germanwings, informó de ello a la autoridad alemana de supervisión del transporte aéreo, la Luftfahrtbundesamt (LBA), según Bild.
- Buscan la segunda caja negra -
En Francia, la gendarmería reanudó este viernes a partir de la localidad de Seyne-les-Alpes (sudeste) las operaciones de recuperación de los cuerpos de las víctimas y la búsqueda de la segunda caja negra del avión.
La investigación, dirigida por la justicia francesa, se extendió el jueves a Alemania después de que el fiscal francés Brice Robin revelara que la catástrofe se debió probablemente a un acto voluntario del copiloto.
Para el fiscal, Lubitz aprovechó la ausencia por unos minutos del comandante del vuelo para encerrarse en la cabina de pilotaje y proceder a las maniobras para estrellar el avión.
Según el diario Bild, el comandante del vuelo intentó derribar la puerta con un hacha pero sin lograrlo.
La policía alemana allanó el jueves un apartamento de Lubitz en Dusseldorf (oeste) y el domicilio de sus padres en Montabaur, una pequeña ciudad entre Fráncfort y Dusseldorf, donde vivía parte del año.
"Durante la inspección del apartamento del copiloto, hemos recogido pistas. Se trata de diferentes objetos y papeles", afirmó un portavoz de la policía de Dusseldorf, Marcel Fiebig.
El Airbus A320 de la compañía alemana Germanwings, que volaba de Barcelona a Dusseldorf, se estrelló el martes matando a las 150 personas que iban a bordo, entre ellas 75 alemanes y 51 españoles.
Las revelaciones sobre las circunstancias de la tragedia llevaron el viernes a las compañías alemanas a decidir que de ahora en adelante siempre tendrá que haber dos personas en la cabina de pilotaje. Otras aerolíneas, como Norwegian Air Schuttle e EasyJet, anunciaron medidas comparables la víspera.
Por su parte la Aviación Civil Internacional (OACI) reiteró la necesidad de que los pilotos pasen/AFP