El presidente del club inglés Tottenham Hotspur, Daniel Levy, mostró su enfado con la cabeza del Real Madrid, Florentino Pérez, y ahora no quiere vender al defensa lateral, Gareth Bale al club merengue, por lo que pidió la cifra exorbitante para su traspaso de 145 millones de euros. La escuadra blanca está desde hace algunos meses en puja por el jugador, quien sería el reemplazo de Álvaro Arbeloa.
La razón para no sacar a Bale del equipo es que Levy considera un insulto que los dirigentes madridistas se lancen por el lateral, tan sólo un año después de comprar al mediocampista Luka Modric, por lo que manifestó el club no es la cantera del Real.
Por dicha causa Levy aseguró que si los blancos quieren a Bale, tendrán que sacar la chequera y pagar un monto cercano a los 145 millones de euros, cinco veces más de lo que pagaron por el croata Modric.
De completarse el traspaso esta sería la primera venta en la historia de tres cifras y la segunda vez consecutiva que los Spurs saqueen las arcas del Bernabéu. Sin embargo se considera que más allá del dinero lo que busca el presidente del Tottenham es hacer pagar su enfado con la petición que el club merengue no estaría interesado en pagar.
Sin embargo Bale quiere jugar en el Real Madrid y a pesar de que está orgulloso de pertenecer al equipo que le brindó su primera oportunidad como profesional, también piensa en las posibilidades de pertenecer a un conjunto con más historia.
Y como no se trata de un negocio normal, Bale junto a sus padres y representante se sentaron el lunes con Levy para que considere las ofertas que el cuadro español está haciendo. Además porque siente el presidente de los Spurs falta a su palabra de no dejarlo marchar al Real si el club no clasificaba a Champions, como pasó.