Carlos Solarte y su hija Paola son propietarios de Cass Constructores, firma beneficiada junto a Odebrecht con el contrato Tunjuelo-Canoas.

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De la feria de la contratación en Bogotá al escándalo de Odebrecht saltó el contrato que se adjudicó para la firma del interceptor de aguas Tunjuelo-Canoas, adjudicado al Consorcio Canoas, compuesto por la multinacional brasileña y Cass Constructores, la empresa familiar liderada por Carlos Solarte y su hija Paola Fernanda Solarte, a quienes la Fiscalía le imputará cargos el próximo 27 de noviembre.

La Fiscalía les imputará a los Solarte los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales, peculado por apropiación y cohecho por dar u ofrecer, en audiencia que se celebrará el 27 de noviembre.

El mencionado contrato Canoas estaba bajo la lupa judicial desde 2012 cuando se descubrió el carrusel de contratos en Bogotá, que según los principales testigos de ese escándalo (Julio Gómez, Emilio Tapias y Manuel Sánchez) fueron manipulados, en este caso específico para otorgarlo al consorcio integrado por Cass y Odebrecht, que no tuvo competencia alguna y así se hizo con el negocio por 244.000 millones de pesos.

La composición accionaria del Consorcio Canoas era de 60 por ciento de la Constructora Norberto Odebrecht SA, sucursal Colombia, y de 40 por ciento de Cass Constructores, de los Solarte que también eran socios de Odebrecht en la Ruta del Sol. 

La Fiscalía acaba de anunciar que les imputará cargos a los Solarte basada en la colaboración judicial que desde comienzos de este año brinda el detenido ingeniero Andrés Cardona Laverde, quien fue el encargado de hacer, por la época del contrato de Canoas, el lobby ante la alcaldía de Samuel Moreno, elegido con aval del Polo Democrático, para, a cambio del pago de  sobornos, hacerse a millonarios contratos con el Distrito, previa escogencia de los contratistas a beneficiar.

Cardona, en busca de un Principio de Oportunidad, entregó información a la Fiscalía sobre la forma como funcionó ese carrusel de contratos y que implica no solo a los Solarte sino al detenido exalcalde Moreno, a su hermano el exsenador Iván Moreno (que también fue del Polo) y al interventor Jaime Buenaventura.

El detenido ingeniero, investigado por interés indebido en la celebración de contratos y cohecho por dar u ofrecer, también dijo a la Fiscalía que entregó a los hermanos Moreno 1.000 millones dec pesos por el negocio de Tunjuelo-Canoas. Ese dinero provenía de Odebrecht.

La vicefiscal María Paulina Riveros acaba de anunciar que este miércoles la Fiscalía le imputará cargos al exalcalde Moreno por los delitos de interés indebido en la celebración de contratos y cohecho impropio.

También al subcontratista del Consorcio Canoas y representante de Cass Constructores en la junta directiva del consorcio, Orlando Fajardo Castillo, le serán imputados, en audiencia que se celebrará este jueves 5 de octubre, los delitos de peculado por apropiación (como interviniente), interés indebido en la celebración de contratos (también como interviniente) y cohecho por dar u ofrecer.

El 23 de octubre le imputarán al interventor Buenaventura los delitos de peculado por apropiación a favor de terceros y falsedad ideológica en documento público, en audiencia de imputación que se realizará el 23 de octubre de 2017.

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