Su preocupación por la impunidad frente a los casos de violaciones de los derechos fundamentales en Colombia, manifestó ayer el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas tras la presentación en Ginebra, Suiza, que nuestro país hizo por segundo día consecutivo del VII informe sobre derechos civiles y políticos.
A pesar que integrantes del Comité destacaron algunos avances en materia de protección a los derechos humanos, señalaron que una es la realidad que se vive en este sentido en Bogotá y otras capitales grandes, y otra muy diferente lo que sucede en las regiones.
La audiencia se llevó a cabo en el marco de la sesión 118 de dicho Comité, que tiene lugar entre el 17 de octubre y el 4 de noviembre, y en ella se presentaron algunos de los principales avances que se han dado en Colombia, acordes a recomendaciones realizadas por el Comité, en temas como: la política pública en materia de derechos humanos y derecho internacional humanitario; atención y reparación integral a las víctimas del conflicto; protección de los derechos de todos los ciudadanos, y fortalecimiento de la capacidad investigativa del Estado para enjuiciar y sancionar a los responsables de las violaciones a los derechos humanos.
En este sentido, se abordaron asuntos como la desaparición forzada, sobre el que se presentaron las cifras de los registros existentes en el país y el trabajo adelantado con organizaciones y entidades para coordinar la búsqueda de personas dadas por desaparecidas; se explicó el funcionamiento del programa liderado por la Unidad Nacional de Protección (UNP); se revisó la situación de los defensores de derechos humanos (incluidos los periodistas y los sindicalistas); se dialogó sobre los mecanismos para atender a las víctimas de violencia sexual y se trataron temas como el uso de la consulta previa por parte de comunidades étnicas, entre otros.
El Comité de Derechos Humanos de la ONU hace un examen periódico sobre el cumplimiento de los países que adhirieron al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Reservas
No obstante los avances que mostró Colombia en su informe en materia de protección a los derechos humanos, civiles y políticos, frente a lo cual se destacó la construcción de la política de derechos humanos con la sociedad civil y el acuerdo de paz, varios integrantes de este Comité de ONU manifestaron sus reparos.
“Hay dos colombias, la de Bogotá, la del Estado de Derecho, y otra la de Caquetá, la de las violaciones, las amenazas, donde el Estado no está y los crímenes quedan en la impunidad. ¿Qué va hacer el Estado para resolverlo?“, se preguntó Rodríguez Rescia, integrante de dicho Comité.
Mientras que Sarah Cleveland dijo que la periodista Jineth Bedoya es ejemplo de “cómo la violación y el abuso sexual se ha usado en Colombia como una arma de guerra; como es una práctica regular intentar silenciar a periodistas y defensores de derechos humanos; y cómo los abusos quedan de forma generalizada en la impunidad”.
Por su parte, Nigel Rodley, miembro del Comité, dijo que “me uno a la experta Cleveland, al experto Rescia y a otros compañeros de este Comité en denunciar la enorme impunidad que reina en Colombia en muchísimos ámbitos. Es un problema tan grande que creo que es central para el Gobierno lidiar con él”.