Impulsado por Sarkozy, la derecha francesa cambia | El Nuevo Siglo
Sábado, 30 de Mayo de 2015

Bajo el impulso del expresidente Nicolas Sarkozy, el principal partido de la derecha francesa comienza este sábado su transformación con un congreso para preparar los comicios presidenciales de 2017. 

Se esperaba una asistencia de más de 20.000 personas a este encuentro, organizado en el noreste de París, pensado para dejar atrás los asuntos judiciales pendientes y las querellas internas que han debilitado al partido de la oposición UMP. 

Nuevo nombre, nuevos estatutos, nuevo equipo: el congreso debe marcar el renacimiento de la derecha, tres años después de la derrota de Nicolas Sarkozy ante el socialista François Hollande, que lo reemplazó al frente del Estado. 

La Unión por un Movimiento Popular (UMP), creado en 2002, se convierte así en "Los Republicanos", el nombre que deseaba Sarkozy y que ratificaron los militantes a través de una votación electrónica que tuvo lugar entre el jueves y el viernes pasados. 

Preocupados al ver que la derecha podría reivindicar un valor común, partidos y asociaciones de izquierdas presentaron una demanda para bloquear el cambio de nombre, aunque los jueces abrieron ningún proceso.

Está previsto que este sábado se anuncien los principales barones del partido, incluidos los exprimeros ministros Alain Juppé y François Fillon, rivales de Sarkozy que previsiblemente participarán en unas primarias en 2016 de las que saldrá el candidato de la formación para las presidenciales. 

El objetivo del partido es dar la imagen de una familia unida. 

Tras su derrota de 2012, Nicolas Sarkozy se retiró de la escena política y su partido se derrumbó. Estallaron casos judiciales y varios responsables resultaron inculpados, principalmente en un caso de sobrecostes en la campaña del expresidente, quién desmintió toda relación con las malversaciones. 

 

 - Dificultades financieras -

 

Además de este procedimiento judicial, la campaña dejó al UMP sumido en grandes dificultades financieras con una deuda calculada en más de 70 millones de euros.

Tras volver a liderar el UMP desde el pasado noviembre, Sarkozy intenta borrar su imagen agresiva para presentarse como un hombre consenso. 

Durante las últimas elecciones locales, en marzo, su partido obtuvo buenos resultados, aunque principalmente se benefició de la baja popularidad del gobierno de izquierdas, que no consigue reducir el desempleo. 

Por otro lado, el partido de ultraderecha Frente Nacional sigue siendo una amenaza: quedó en cabeza en las elecciones europeas de 2014 y su presidenta, Marine Le Pen, se muestra segura de llegar a la segunda vuelta en las presidenciales de 2017.

A nivel interno, la armonía de la que la formación hace gala podría no ser más que una fachada, habida cuenta de las diferencias existentes entre Sarkozy y los otros tenores del partido.

Según una reciente encuesta de opinión, Alain Juppé le ganaría las primarias al antiguo jefe del Estado.

Las cosas no pintan fáciles para Sarkozy: casi tres cuartas partes de los franceses no desean que el líder de Los Republicanos se presente a las próximas elecciones presidenciales, según un sondeo publicado el sábado/AFP.