Argentina, primer exportador mundial de biodiésel, anunció el miércoles la aplicación de impuestos móviles a las ventas al exterior de ese combustible, los que serán fijados cada dos semanas debido a la volatilidad de los precios internacionales.

Al formular el anuncio en la Casa de Gobierno, la presidenta Cristina Kirchner aseguró que la decisión se tomó con el acuerdo de pequeños, medianos y grandes productores.

"Las retenciones (derechos de exportación) se actualizarán cada 15 días porque el precio internacional oscila rápidamente", dijo la mandataria, en relación al combustible que el país comenzó a elaborar desde 2006 a partir de la soja.

Argentina es el primer exportador mundial de harina y aceite de soja y el tercero de granos de esta leguminosa, que cubre entre el 60% y el 70% de sus tierras cultivables.

Hace un mes, el gobierno había anunciado una suba de 12,5% a 24% en los impuestos a las exportaciones de biodiésel.

"Las retenciones móviles pueden ser un instrumento para mantener la competitividad del sector y adecuarlo a los vaivenes de precios que están vinculados a los del mercado internacional", sostuvo Kirchner.

Confió además en que la medida ayude a paliar el impacto de la crisis económica mundial y precisó que, para acogerse al beneficio, las empresas tienen que asumir el compromiso de mantener la planta de personal declarada a fines de 2011.

Argentina anunció en agosto pasado la importación temporarl de granos de soja desde Paraguay y Bolivia para completar su capacidad instalada ociosa de producción de biodiésel que alcanzaba el 24% y colocarlo en el exterior.

Entre 2007 y 2011 el país tuvo un desarrollo explosivo de la capacidad productiva y el crecimiento de producción de biodiésel fue de 1.100%, según cifras oficiales.

El año pasado, se exportó 1,6 millones de toneladas de biocombustible, equivalentes a 2.000 millones de dólares.