En lo corrido del año se han decomisado 150 litros de aceite ilegal, anunció la Secretaría Distrital de Salud.
El Distrito informó que irá de casa en casa y de establecimiento en establecimiento de comercio para sensibilizar sobre las prohibiciones que existen actualmente en materia de uso y comercialización de grasas y aceites.
La Secretaría prendió las alarmas por la venta ilegal de aceites en Bogotá que podría ascender al 30 por ciento que se expende en las tiendas de la ciudad.
Se destaca que en 2013 la Secretaría Distrital de Salud, a través de las 14 Empresas Sociales del Estado decomisó 3.297 litros de aceite y 20 kilos de margarina por no cumplir con la normatividad sanitaria, específicamente por incumplimiento en el rotulado, inadecuado almacenamiento, conservación y transporte.
En las localidades de Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Engativá es donde se vende el mayor porcentaje.
La Asociación Colombiana de la Industria de Grasas y Aceites Comestibles (Asograsas) estima que los aceites ilegales han capturado entre el 20 por ciento y 30 por ciento del mercado a nivel nacional, lo que representa un gran impacto para las empresas formales dedicadas a esta actividad productiva, ya que la industria factura más de 2 billones de pesos anuales, genera más de 5.000 empleos directos y 40.000 indirectos.
Entre las faltas que se evidencian en la comercialización de aceite, vale la pena mencionar que se incumple con las normas sanitarias de envasado, con las buenas prácticas de manufactura en su fabricación y manipulación, además se engaña al consumidor con la cantidad que se enuncia en la etiqueta en comparación con la cantidad real que contienen los envases.
De acuerdo a las prácticas ilegales se ha podido comprobar que gran parte de los aceites que son reenvasados y distribuidos ingresan al país por contrabando, lo que permite que penetren el mercado con mejores precios, evadiendo las leyes tributarias, cambiarias y aduaneras. Se estima que el mercado ilegal puede llegar a ser de 400.000 millones de pesos anuales.
De esta manera, según Asograsas, la ilegalidad y la informalidad en el comercio de aceites están generando los siguientes problemas sociales:
· Amenaza a la industria formal y a las fuentes de empleo: Un aceite ilegal implica una diferencia hasta de 30 por ciento frente al precio final del producto legal, por impuestos y costos laborales.
· Detrimento en las finanzas públicas: Los aceites ilegales y de contrabando no pagan impuestos.
· Efectos sobre la salud pública y el consumidor: Los aceites ilegales no tienen controles de calidad por lo que pueden estar contaminados y adulterados. Las propiedades de estos productos (olor, sabor y textura) pueden ser cambiadas para camuflar sus defectos.
En el marco de la difusión del Reglamento Técnico de Grasas y Aceites Comestibles se busca controlar los diferentes factores de riesgo y evitar Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETAS), además de cumplir con el Programa de Transformación Productiva (PTP) del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo que combate la ilegalidad y la informalidad. En las jornadas de sensibilización se repartirán afiches e imanes casa a casa y en establecimientos de comercio, con el fin de informar sobre las prohibiciones que existen actualmente en materia de uso y comercialización de grasas y aceites de consumo humano.
Se prohíbe la comercialización de aceites y grasas ya utilizados, así como la reutilización directa o indirectamente en cualquier tipo de industria de alimentos para consumo humano.