El arranquehoy de la Semana Santa llega en momentos en que la Iglesia Católica atraviesa una coyuntura histórica: la escogencia de un nuevo Pontífice que no sólo reemplaza a un papa dimitente, algo ya de por sí inédito, sino que el nuevo jerarca ha logrado en menos de 15 días dejar en claro con un estilo humilde y carismático que quiere una Iglesia pobre y para los pobres.
Esa coyuntura es aún mayor para la institucionalidad católica en nuestro país, no sólo porque el Congreso está ad portas de debatir -de nuevo- temas tan polémicos como el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, sino porque la Iglesia está llamada a jugar un papel clave en el proceso de paz que está avanzando en La Habana entre el Gobierno y las Farc.
EL NUEVO SIGLO habló con el cardenal Rubén Salazar, quien no sólo advierte que lo que se debe entender es que en Colombia lo que se está firmando es el fin del conflicto y que luego debe aclimatarse la paz, sino que insiste en que el Papa Francisco conoce bien la situación colombiana y está muy interesado en venir a nuestro país.
EL NUEVO SIGLO:- ¿Cuál será el papel de la Iglesia en el posconflicto?
CARDENAL RUBÉN SALAZAR:-Pienso que lo que tiene que hacer la Iglesia es reforzar lo que ya viene haciendo. Nosotros hemos estado siempre promoviendo el encuentro, el diálogo, el perdón, la reconciliación, la convivencia… Creo que esos son elementos que tienen que estar muy presentes en el posconflicto, porque el país hay que reconstruirlo desde el punto de vista social, desde el punto de vista comunitario. Puede ser que se firme la paz como un acuerdo entre el Gobierno y la guerrilla, pero esa paz se debe hacer realidad en todas la relaciones humanas y sociales en el país, en ese campo estaremos siempre dispuestos a servir al máximo.
ENS:- ¿En qué momento la Iglesia podría pensar en sentarse en la Mesa de Negociación en La Habana, Cuba?
CRS:-Creo que no tiene sentido que nosotros nos sentemos en la mesa de La Habana, porque es una mesa de negociación entre la guerrilla y el Gobierno, y nosotros no cabemos porque no somos ni guerrilla ni Gobierno. Lo que nosotros tenemos que hacer es aclimatar permanentemente la paz, es llevar a que la gente viva intensamente ese anhelo de diálogo, de paz, de convivencia, que empecemos los colombianos a poner los medios necesarios para que se den estas realidades.
ENS:- ¿No le preocupa que por firmar anhelados acuerdos de paz, se firmen pactos a la ligera?
CRS:-Pienso, y eso es algo que tal vez no hemos comprendido suficientemente, que lo que se está firmando allí es el término del conflicto armado. Ya cómo se va a organizar la vida de la nación no se está allí considerando. Lo que se está poniendo son unas bases fundamentales pero luego el Congreso debe ejercer su función de legislar para hacer posible que en el país se incremente todo lo que tiene que ver en el campo de la justicia social. Entonces, no creo que se estén firmando cosas que después se ven irreversibles. El Estado debe ser determinado y regido es por el Congreso.
ENS:- Ya se habla en el país hasta de cómo manejar el tema de los desmovilizados y hay reservas ¿Cómo se evitaría ese fenómeno que vivió con las llamadas “casas de reinserción” que tantos problemas de convivencia generaron en varias ciudades?
CRS:-El posconflicto es el reto mayor que se tiene, porque podríamos decir que es relativamente fácil llegar a un acuerdo de término de conflicto. El problema es cómo verdaderamente se crean las condiciones sociales para que esa terminación del conflicto se haga una realidad con la construcción de la paz.
La Semana Santa
ENS:- ¿Cuál es el mensaje central de la Iglesia en esta Semana Santa?
CRS:- La Semana Santa tiene como objetivo fundamental el celebrar la muerte y resurrección de Cristo nuestro Señor, como un acontecimiento que nos toca, un acontecimiento que nos interpela, un acontecimiento que nos abre perspectivas nuevas de vida, de la manera en que tenemos que relacionarnos con los demás, de cómo construir nuestra sociedad, porque como el Señor nos dijo explícitamente en el evangelio: Él vino no a que le sirvieran, sino a servir y dar su vida como rescate por todos.
Entonces, al contemplar a Cristo, que muere por nosotros, tenemos todos que movernos a tratar de ver cómo queremos nosotros también entregar nuestra vida en el servicio de los demás. Entregarla no necesariamente muriendo trágicamente, pero sí en el servicio de todos los días, en el cuidado de los demás, en el cuidado de los más pobres, de los más necesitados… Darle a nuestra vida un verdadero sentido de servicio, de ayuda a los demás, de salir de nosotros mismos para poder verdaderamente ofrendar nuestra existencia para el bien de nosotros.
ENS:- Hay quienes consideran que la Iglesia Católica, Apostólica y Romana debería combatir la explosión de esas nuevas confesiones religiosas ¿Qué piensa?
CRS:Pienso que no hay que combatirlas, lo que nosotros tenemos que hacer al interior de la Iglesia es ser cada vez más coherentes con lo que somos y, por lo tanto, cada vez más predicar el Evangelio, con todo lo que él implica. Si nosotros hablamos de combatir el fenómeno de las otras denominaciones cristianas, estamos poniéndonos en un tema de guerra e indudablemente es lo más ajeno posible al pensamiento mismo de Cristo. Nosotros tenemos que amarnos todos como hermanos, pero lo importante es que nosotros, como Iglesia, seamos capaces de ofrecer a los demás todo lo que ellos necesitan para el encuentro personal de Cristo nuestro Señor.
Papa interesado en Colombia
ENS:- La Iglesia acaba de tener un hecho histórico con la renuncia de un Pontífice y la elección de otro, un suramericano, algo inédito ¿Cuál fue su experiencia en el cónclave?
CRS:-Usted sabe que tengo un juramento de absoluta reserva, tanto de las congregaciones generales que hacen previas al cónclave, como de lo que sucede en el cónclave mismo. No se trata de ocultar cosas, lo que pasa es que las indiscreciones a veces hacen mucho daño.
ENS:-¿Ya se invitó oficialmente al Papa Francisco a Colombia?
CRS:- Tenemos que tener en cuenta que el Papa fue elegido hace 8 días y, por lo tanto, solo 8 días tiene de conciencia de que es nuevo Papa. No podemos pedirle que inmediatamente venga a Colombia, eso sería utópico. Pero la invitación ya está hecha oficialmente, me encontré con el Santo Padre en varias oportunidades. Y como él rompió el protocolo, uno se encontraba con él en cada instante. Y allí tuve la oportunidad de dialogar con él. Lo normal era que uno bajara a desayunar y se encontrara al Papa desayunando y uno se pudiera sentar en la misma mesa, o que uno estuviera en la mesa y llegara el Papa y se le sentara al lado. Esto ha permitido no solo que le entregara una carta a nombre del Episcopado colombiano invitándolo especialmente a nuestro país, sino que él me dijo que tenía que ver la agenda y haría lo posible por venir, que contáramos con que vendrá pero que no sabía cuándo ni cómo. Debemos tener paciencia en este caso concreto, pero dentro de pocos meses pisará suelo latinoamericano, estará en Brasil y muy seguramente visitará varios países.
ENS:- ¿Hablaron sobre Colombia?
CRS:-Sí, pero lógicamente a la carrera, porque por más que uno tuviera acceso directo y muy fácil al Santo Padre, no era el único que me le acercaba. Él conoce bien la problemática de la paz en Colombia porque además de ser latinoamericano, ha trabajado varias veces en la Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam), lo que le ha permitido venir a Colombia. Él escogió precisamente el nombre de Francisco porque (San Francisco) era un hombre de paz. Él quiere ser un instrumento de paz, un signo de paz y por eso tenemos gran esperanza de que la Iglesia contribuya eficazmente a la construcción de la paz en Colombia.
Cambios a la vista
ENS:- ¿Esa especial cercanía del Pontífice con la gente puede cambiar a la Iglesia Católica?
CRS:- Pues se puede mirar desde varios puntos de vista. Se puede considerar como un estilo de Papa y, por lo tanto, que no trascienda más allá de lo que el Papa hace. O se puede considerar como un estilo nuevo que puede ir permeando las relaciones de la Iglesia. Con el Papa Francisco vamos a tener una cercanía muy grande y eso repercutirá en que la iglesia se sienta como una Iglesia pobre y para los pobres, como él lo ha afirmado.
ENS:- ¿Cuáles serían esos cambios que se avecinan?
CRS:-Como lo he dicho varias veces: el mundo viene cambiando rápidamente y estos cambios representan desafíos grandes para la tarea nuestra, que es llevar el Evangelio a todos y cada uno de los seres humanos. Por lo tanto, el Papa tendrá que afrontar una serie de cuestiones que son importantes y que van en la línea de la justicia, la fraternidad, la solidaridad. Y es una línea de mayor armonía, mayor cooperación entre las naciones y, por lo tanto, una verdadera consolidación de la justicia y de la paz entre las naciones. Si uno mira el mundo de hoy hay conflictos por todas partes, conflictos intensos que causan permanentemente muertes y pienso que el gran énfasis del pontificado del Santo Padre va a ser por esa línea, la de la paz.
ENS:- El Papa Francisco se caracteriza por querer una Iglesia muy pendiente de la gente pobre ¿En Colombia cómo se puede aplicar esa línea doctrinaria?
CRS:-En Colombia la Iglesia siempre ha sido muy cercana a los pobres, de hecho si usted mira un poco la historia de la Iglesia, se dará cuenta de que las grandes iniciativas de ayuda de los pobres han nacido de la Iglesia. En este momento no hay parroquia en el país en donde de alguna manera no se trabaje por los más pobres, en donde de alguna manera no se le esté dando la mano a aquel que sufre. Pero de alguna manera siempre es posible dar más, siempre es posible ser más generosos, por lo tanto, esta afirmación del Papa Francisco, que ha dicho con tanta claridad que la Iglesia debe ser pobre y para los pobres, tiene que convertirse en un lema que nos recuerde nuestro compromiso con todos los necesitados.
Estrategia anti-aborto
ENS:- ¿Cuál será la estrategia para defender la postura de la Iglesia frente al aborto y el matrimonio de parejas del mismo sexo, ahora que los temas llegan de nuevo al Congreso?
CRS:-Nosotros tenemos una doctrina muy clara acerca del respeto a la vida, no es solamente el aborto o la eutanasia, sino la vida, lo que implica respetar la vida, lo que implica respetarla desde el momento en que ya la hay, desde el momento mismo de la concepción hasta la muerte natural. Por eso nosotros defendemos la vida y estamos en contra del aborto y de la eutanasia. Nosotros defendemos la vida y creemos que debe ser promovida, favorecida, cuidada, respetada… Entonces con leyes que atenten contra la vida, con leyes que supriman la vida, lo que se está haciendo es afectar el clima de convivencia y de paz.
ENS:- ¿Le duele que legisladores estén promoviendo ese tipo de proyectos?
CRS:-El problema está en que en muchas oportunidades cuando se presenta un proyecto a estudio del Congreso no se analizan suficientemente todas las implicaciones que esa ley trae, como que no se toma el cuidado suficiente para ir al fondo de lo que implica esa norma en este caso. Las cosas se están tomando prácticamente como con slogan, como con consideraciones más o menos fáciles y sencillas, de tal manera que se aprueban cosas que después se da cuenta la persona y el país de que son dañinas.
La invitación que hago al Congreso es a que estudie a conciencia las leyes que se le presentan y que, por lo tanto, antes de dar su voto en un sentido o en el otro, lo hagan verdaderamente a conciencia.
ENS:- ¿Cómo ve la reforma a la salud que se presentó ante el Congreso?
CRS:-Pienso que esa es una reforma urgente en el país, una reforma que tiene que necesariamente cambiar toda esa mirada en los últimos años acerca de la salud. Desafortunadamente la salud en Colombia se volvió un negocio más y, por lo tanto, más que importar la vida o la salud del paciente, lo que importaba era la ganancia de quien prestaba el servicio, y esto indudablemente llevó a muchos problemas muy graves.
Por lo tanto, la reforma a la salud se debe reflejar como un derecho fundamental después del derecho a la vida. La salud es fundamental para la vida digna a que todos nosotros tenemos derecho. Por eso el criterio básico debe ser ese, proteger la salud, cuidar la salud, y hacer posible siempre que la salud sea un bien que se le brinde a los colombianos.