“La negligencia del ICBF está produciendo una nueva víctima”, aseguró la senadora Sofía Gaviria, del Partido Liberal.

La legisladora, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, ante la noticia del fallecimiento en Uribia, La Guajira, del niño John Ander Uriana, de nueve años de edad, a causa de desnutrición avanzada, Gaviria expresó su solidaridad con las familias del menor y responsabilizó al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).

“Es totalmente intolerable que este niño haya muerto después de que, desde hace meses, estábamos advirtiendo la gravedad de su situación y de que el ICBF se había comprometido a prestarle la atención debida”, sostuvo. 

Según la senadora Gaviria, el hecho de que, a lo largo de este 2015, hayan muerto en La Guajira 27 niños a causa de la desnutrición (cuatro de ellos en el último mes) muestra la dimensión catastrófica de la inseguridad alimentaria que padece la niñez en Colombia.

“Esperamos que estas pruebas elocuentes conduzcan al ICBF y a las demás entidades responsables de este asunto a comprender la necesidad de consolidar una política pública de seguridad alimentaria coordinada y fundada en lineamientos técnicos. A ello apunta el proyecto de Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional que ya fue aprobada en el Senado y que será debatida, esta semana, en tercer debate, en la Cámara de Representantes”, anotó al respecto la senadora Gaviria.

“La responsabilidad en cuanto a la desnutrición en Colombia, especialmente en departamentos como el Chocó, La Guajira, Vaupés y Guainía, debe ser asumida con toda la acuciosidad que requiere la situación apremiante de miles de niños nacidos y por nacer en una situación de desnutrición grave”, enfatizó.

Entre los hechos que muestran la gravedad del escenario de la desnutrición en Colombia está que el año pasado el Programa Mundial de Alimentos indicó que, en cuanto al cumplimiento de los Objetivos del Milenio, “Colombia es el país más atrasado de la región”.

La congresista antioqueña insistió en la necesidad de reforzar la apropiación del drama del hambre en Colombia, por parte de la sociedad, los medios, el Congreso y del Gobierno nacional, en particular del ICBF.