La compañía aérea española Iberia, "luchando por su supervivencia", anunció el viernes la supresión de 4.500 puestos de trabajo, casi una cuarta parte de su plantilla, y advirtió a los sindicatos que sin acuerdo los recortes podrían ser más importantes.
Esperado por los trabajadores desde hace meses, este plan de reestructuración prevé un "recorte de la plantilla de 4.500 personas" de un total de unas 20.000 en la compañía de bandera española, anunció el viernes IAG, el grupo nacido en 2011 de la fusión de British Airways e Iberia.
Presionando a los sindicatos, el grupo fijó al 31 de enero la fecha límite para alcanzar un acuerdo sobre este plan y advirtió que si no se logra "serán necesarios recortes mayores y una mayor reducción del tamaño y de las operaciones de Iberia".
El principal sindicato de pilotos de Iberia, Sepla, denunció rápidamente "un ataque brutal de los británicos hacia una compañía estratégica".
"Vamos a pedir amparo al gobierno" español, afirmó el presidente de la sección sindical de Iberia de Sepla, Justo Peral.
"Hemos denunciado hace más de un año que hay un plan de desmantelamiento para financiar British Airways", añadió, destacando que "todos los sindicatos nos hemos unido y nos vamos a enfrentar a este desmantelamiento que no vamos a admitir de ninguna manera".
Estos recortes de plantilla en una de las grandes empresas del país son un duro golpe para España, sumergida en una profunda crisis económica y donde la tasa de desempleo supera ya el 25%.
"Iberia está luchando por su supervivencia. Pierde dinero en todos sus mercados. Tenemos que tomar decisiones duras para salvar la compañía y volver a ser rentables", afirmó el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, citado en el comunicado de IAG.
"La crisis económica en España y en Europa ha afectado a Iberia, pero nuestros problemas son estructurales y anteriores a la situación actual del país. La compañía está perdiendo 1,7 millones de euros cada día que pasa", agregó.
Según él, Iberia debe adaptarse al nuevo entorno competitivo en España y América Latina, sus principales mercados.
"Este plan de reestructuración es crítico para Iberia y para el futuro de España. Una Iberia fuerte, rentable, puede crear empleo y estimular el turismo, un sector clave para la recuperación económica en España", subrayó por su parte el consejero delegado de IAG, Willie Walsh.
"Queremos que Iberia sea fuerte y tenga éxito. Durante demasiado tiempo, la estrechez de miras y los intereses de unos pocos han dañado el futuro de muchos", denunció Walsh en referencia a algunos sindicatos de la compañía.
La acción de IAG ganaba 3,15% a las 12H40 GMT, en una bolsa de Londres en baja de 0,65%.
IAG anunció el viernes una pérdida neta de 39 millones de euros de enero a septiembre, comparado con un beneficio neto de 338 millones en el mismo periodo del año anterior. En el tercer trimestre, su beneficio neto cayó 24% hasta los 202 millones de euros.
Además de los recortes de plantilla, este plan de reestructuración, que tiene por objetivo enderezar el segmento deficitario de los vuelos de medio y corto recorrido, prevé una reducción de 15% de la capacidad de la compañía española que se concentrará en las rutas más rentables y la disminución de la flota en 25 aviones.
En el ámbito financiero, este plan debe permitir "detener el deterioro de caja de Iberia a mediados de 2013", señala la compañía.
Para solucionar los problemas del corto y medio radio, debido a la exitosa implantación en España de compañías de bajo coste como Ryanair o EasyJet, Iberia ya creó su filial low cost Iberia Express, a pesar de una fuerte oposición de los sindicatos.
El anuncio del plan de reestructuración se produce al día siguiente de que IAG anunciara el lanzamiento de una oferta pública de compra de la compañía española de bajo coste Vueling, rentable a pesar de la crisis, que los analistas ven como una posible manera de ayudar a solucionar los problemas de Iberia.