El tráfico ferroviario y el transporte público de la región de Lisboa estaban fuertemente perturbados el martes en Portugal a causa de una nueva huelga contra la reforma del código del trabajo adoptada en mayo.
En este día de Navidad, los empleados de los autobuses de Lisboa y Oporto (norte) y los del tranvía de los barrios periféricos del sur de la capital se sumaron a los trabajadores de los ferrocarriles, que hacen huelga en los días feriados para protestar contra una reducción de su remuneración durante esos días, y de las horas extras.
Según la prensa local los servicios de transporte en común estaban casi paralizados a mediodía.
Solo una línea de trenes funcionaba entre Lisboa y las principales ciudades del país. El servicio de autobuses estaba reducido a la mitad.
En el marco del programa de rigor y de reformas negociado a cambio de una ayuda financiera de la zona euro y del FMI, Portugal adoptó un código laboral que modificó los horarios de trabajo y los criterios de despido, y también suprimió varios feriados y días de descanso.
Durante 2012, huelgas y manifestaciones se multiplicaron contra la política de austeridad aplicada por el gobierno de centro-derecha, lo que ha provocado una fuerte recesión y una tasa de desempleo récord.