Una forma rudimentaria de vida podría haber existido en la Tierra hace 3.950 millones de años, cuando se producían intensos bombardeos de cometas y asteroides sobre el planeta azul, afirma un grupo de investigadores en un estudio publicado el miércoles en Nature.
"Hemos hallado la prueba más antigua de vida sobre la Tierra" en Canadá, "en rocas sedimentarias en la [región de] Labrador [este] que datan de hace 3.950 millones de años", declaró a la AFP Tsuyoshi Komiya, de la Universidad de Tokio, uno de los autores del estudio.
En esa época, la Tierra, que se formó hace unos 4.567 millones de años, recibía el impacto de los cometas, destacó.
Desde hace un año, los anuncios sobre la fecha de la aparición de la vida sobre la Tierra se han sucedido en Nature y han dado lugar a un vivo debate entre científicos.
En septiembre de 2016, un equipo de investigadores anunció en la revista británica que había descubierto en Groenlandaia estromatolitos (unas estructuras calcáreas formadas por colonias microbianas) de 3.700 millones de años de antigüedad.
Medio año después, un grupo de científicos indicó, también en Nature, que había descubierto microorganismos fósiles que tendrían entre 3.770 y 4.290 millones de años. Fueron detectados en el cinturón de Nuvvuagittuq, en Canadá.
En esta ocasión, los investigadores japoneses trabajaron en la zona de Saglek Blok, en el norte de Labrador, cuyas rocas tienen alrededor de 3.950 millones de años.
Los expertos estudiaron la composición isotópica de granos de grafito (carbono) para saber si era de origen orgánico o no.
Los isótopos son átomos que poseen el mismo número de protones pero que difieren en su número de neutrones.
El carbono posee varios isótopos naturales (incluyendo el famoso carbono 14, radioactivo, utilizado para las dataciones pero que no se encuentra en rocas antiguas).
Para su labor, los investigadores se centraron en el carbono 13 (6 protones y 7 neutrones) y en el carbono 12 (6 protones y 6 neutrones), dos isótopos estables.
"Los organismos, para desarrollarse, prefieren isótopos ligeros, como el carbono 12, más que el carbono 13, más pesado", explicó Tsuyoshi Komiya.
Su equipo descubrió que los granos de grafito estaban claramente enriquecidos de carbono 12.
Tsuyoshi Komiya dedujo que "la firma" de este grafito es "biógeno", es decir, que proviene de organismos vivos.
Pero Sylvain Bernard, geoquímico del Museo Nacional de Historia Natural de Francia se mostró escéptico ante estas conclusiones.
"No solo los seres vivos tienen esta firma isotópica", dijo, destacando que esta también puede ser fruto de reacciones de minerales entre sí o de fluidos entre sí.
"Los argumentos dados por esos investigadores están lejos de ser suficientes para determinar de forma no ambigua" el carácter biogénico de esos grafitos. "Utilizan argumentos que quizá sean necesarios, pero no suficientes", añadió Bernard.
"De momento, todavía no sabemos cómo ni cuándo apareció la vida en la Tierra", afirmó. "Pero avanzamos" gracias a técnicas punteras, matizó.