Mientras el Gobierno, la empresa y algún sector sindical aplaudieron el acuerdo anunciado entre la petrolera canadiense Pacific Rubiales y al menos un grupo de sus trabajadores, otros señalan que el realidad se pactó con una organización obrera de papel.
El 21 de julio, la Unión Sindical Obrera (USO) anunció un preacuerdo con la petrolera, tras la asamblea permanente en el área de operación, ubicada en Puerto Gaitán, Meta.
Dos meses después, el 22 de septiembre, fue instalada una mesa de concertación entre Gobierno y trabajadores y empresarios, enfocada en la discusión de temas de salarios, prestaciones sociales y análisis de quejas referentes a despidos aparentemente injustificados.
El 8 de octubre, el ministro de Minas Mauricio Cárdenas anunció en Twitter un “acuerdo entre Pacific Rubiales, trabajadores y comunidad” que “tiene como premisa un fuerte rechazo a las acciones violentas y las vías de hecho”. De acuerdo con la información oficial, el arreglo incluyó un nuevo salario mínimo de 1'170.000 pesos para los trabajos no calificados; el monto sería, dijeron, más alto que el pagado por Ecopetrol a sus trabajadores.
Rodolfo Vecino, presidente de la USO, rechazó dicho acuerdo, argumentando que “esta es una medida unilateral y lo que busca es desviar la opinión pública de la verdadera situación que están pasando los trabajadores en Campo Rubiales”; para la USO, la Unión de Trabajadores de la Industria Energética Nacional (Utien), con la que se formó el acuerdo, es un sindicato conformado por los propios dueños de la petrolera.
Sin embargo, Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), sí avaló el acuerdo: “Nosotros hacemos uso del legítimo derecho de haber firmado un acuerdo para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores”. Gómez señaló que Utien no es un sindicato fantasma y que a él pertenecen 1.200 trabajadores de Pacific Rubiales.
Tarsicio Mora, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), dijo que Gómez se “amangualó” con la petrolera al avalar el acuerdo.
Federico Restrepo, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Pacific Rubiales, explicó que ahora falta lograr acuerdo entre la USO y algunos contratistas de la petrolera, que son los que tienen trabajadores sindicalizados con esta organización.