Luego de la legalización de captura de los 14 integrantes de la Policía y 17 civiles, presuntamente involucrados en una red de distribución de drogas en la calle del Bronx, hoy se llevará a cabo la imputación de cargos.
Los detenidos son procesados por los delitos de cohecho, concierto para delinquir, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
La audiencia de legalización de captura tuvo una duración de 15 horas y se realizó a puerta cerrada, sin acceso a la familia o medios de comunicación, por petición de la Fiscalía, en el complejo de Paloquemao.
El juez resolvió cada uno de los recursos presentados por la defensa antes de proceder con la legalización de capturas solicitada por el ente investigador contra 31 personas detenidas, tras una acción de las autoridades que se efectuó en el sector de San Bernardo, en el centro de Bogotá.
La Fiscalía argumentó que, según las pruebas recolectadas, estas personas hacen parte de una organización que contaba con grupos privados de seguridad al servicio de los administradores de las líneas de distribución de estupefacientes.
Los abogados defensores argumentaron la ausencia de elementos probatorios por parte del ente investigador, lo cual fue desestimado por el juez.
Los uniformados fueron remitidos a la Sala de Capturados de la Sijin y los civiles a la URI de Puente Aranda.
Al mismo tiempo, el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Hoover Penilla, reconoció que a raíz de los operativos en la zona del Bronx que dejaron al descubierto la participación de 14 policías en acciones delictivas, se teme que haya más uniformados involucrados.
Señaló que siguen las investigaciones y que es muy probable que se den nuevas capturas de otros policías.
“No queríamos simplemente sancionar disciplinariamente a nuestros uniformados o trasladarlos mientras se investigaba sino que quisimos avanzar con ellos ahí dentro hasta reunir las pruebas suficientes para darles captura y tener bases para las acusaciones”, explicó el Oficial a RCN.
También se estableció que el patrullero Luis Fernando Sosa Celis, quien al parecer comandaba las bandas de jíbaros y microtráfico en el Bronx, había sido investigado y condenado en 2010 por concierto para delinquir, homicidio, tráfico o porte de estupefacientes, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones y destinación ilícita de muebles o inmuebles.