El régimen de Damasco tachó el domingo de "hostil" la decisión de Francia de recibir a un "embajador" de la coalición opositora siria, mientras en el país se producían nuevos combates y bombardeos, incluso en la misma capital.
En Teherán, donde participa en un "diálogo nacional" entre el gobierno y movimientos de oposición aceptados por el régimen sirio y organizado por el gran aliado regional de Bashar al Asad, el ministro sirio de la Reconciliación Nacional, Alí Heydar, estimó que Francia se comportaba "como una nación hostil".
Francia "quiere hablar en nombre del pueblo sirio", acusó Alí Heydar, "como si quisiera volver a la época de la ocupación de Siria", aludiendo a los años del protectorado francés sobre Siria, entre 1920 y 1946.
La oposición reestructurada, que plantea como condición no negociable para todo diálogo la salida previa de Bashar al Asad, y que por ello no participa en la reunión de Teherán, fue recibida el sábado en París por el presidente francés François Hollande.
Dando garantías a los países occidentales reticentes a reconocerla como futuro gobierno provisorio y a armarla, la Coalición nombró a un alauita, la minoría religiosa de Al Asad, como "embajador" en París y se comprometió a incluir a "todos los componentes" del país en su gobierno.
Hasta ahora, sólo las monarquías del Golfo, Turquía y Francia han reconocido a la Coalición cómo único representante legítimo del pueblo sirio y prevén un eventual apoyo en armas para los rebeldes.
En esa línea, el lunes en Bruselas, París debe plantear a sus socios europeos la suspensión del embargo de la UE sobre las armas destinadas a Siria.
En un mensaje a los participantes a la reunión de Teherán, el jefe de la diplomacia rusa Serguei Lavrov denunció " el enfoque militar" de los occidentales y advirtió contra el riesgo de ver a "Al Qaida y otros grupos extremistas tomar el poder" gracias a esas armas.
El viceprimer ministro sirio Qadri Jamil, presente en Teherán, acusó a París de "tratar de legalizar la entrega de armas a esta coalición que rechaza resolver la crisis mediante el diálogo".
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Alí Akbar Salehi, que desde hace meses acusa a ciertos países árabes y occidentales de entregar discretamente armas a la rebelión, declaró que ese apoyo aumentará "la inseguridad, el riesgo de terrorismo y la violencia organizada" en la región.
"Algunos (países) prevén entregar armas pesadas o semipesadas a la oposición. En realidad, tratan de legitimar oficialmente lo que hacen en secreto", afirmó, denunciando una "injerencia clara en los asuntos de un país independiente".
El presidente del Parlamento iraní, Alí Larijani, llamó a armar a los palestinos contra Israel en lugar de los sirios contra su presidente.
En el terreno, los rebeldes sirios tomaron el control de una base estratégica del ejército en la provincia norteña de Alepo y capturaron a 25 soldados, indicó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"Varios grupos de insurgentes han tomado el control de una gran parte de la base 46", situada cerca de la ciudad de Atarib, y que los rebeldes llevaban semanas cercando, indicó el OSDH citando a militantes en la región.
Un vídeo distribuido por el OSDH mostró a prisioneros, casi todos vestidos de civil, en un cuarto.
Mientras tanto, el ejército bombardeaba varios barrios del sur de Damasco, como el de al Hajar al Aswad, un ataque en el que murió al menos un civil, dijo el OSDH.
Los combates enfrentaban también a rebeldes y ejército en Deir Ezzor, en el este, donde los rebeldes dijeron el sábado haber tomado el helipuerto de Hamdan.
Al menos 50 personas murieron el domingo en Siria, según un recuento del OSDH. Entre ellos, había 26 civiles, 12 soldados y 12 rebeldes.
En el Golán, parcialmente ocupado por Israel, el Estado hebreo anunció una vez más haber disparado hacia territorio sirio para responder a disparos que alcanzaron uno de sus vehículos militares sin provocar heridos.
Durante esta semana, en que hubo numerosos incidentes en el Golán, los primeros de este tipo desde hace 40 años, Israel presentó una demanda ante la ONU, que desmintió haber autorizado al ejército sirio a disparar contra los rebeldes en el Golán, tal como había afirmado Damasco.
El sábado, las violencias provocaron 146 muertos en el país, la mitad de ellos civiles, según el OSDH, que han contabilizado más de 39.000 muertos desde que comenzó el conflicto hace 20 meses.
Arabia Saudita entregará antes del invierno (boreal) 2.500 casas móviles a los refugiados sirios en Jordania, según un responsable del reino que acoge a unos 230.000 sirios.
Después de la liberación el sábado el camarógrafo turco Cuneyt Unal, la familia de su colega palestino Bashar Fahmi Al Kadumi lanzó un llamado pidiendo ayuda para lograr su liberación.
Secuestrado el 20 de agosto, Kadumi, reportero de la cadena Al Hurra, habría sido herido gravemente y estaría en manos del régimen, según la organización de defensa de la libertad de la prensa Skeyes.
AFP