El piloto español Marc Márquez (Honda) se convirtió en el campeón más joven de la historia en ganar el campeonato mundial de MotoGP, al acabar en tercera posición en el Gran Premio de Valencia, una prueba en la que venció el piloto de Yamaha Jorge Lorenzo.
Márquez, con 20 años y 266 días, se convierte así en el piloto más joven de la historia en ganar en la categoría reina del motociclismo, batiendo el récord del estadounidense Freddie Spencer, que fue campeón en 1983 con 21 años y 258 días.
El catalán, además, consigue la corona en su primera temporada en la categoría, algo que no se vivía desde hacía 35 años, cuando otro estadounidense, Kenny Roberts, lo logró en 1978.
Campeón ya de las tres categorías del mundial de motociclismo de velocidad, Marquez ha abierto quizá una nueva era en la historia de este deporte.
El joven prodigio español aventajaba en 13 puntos a su máximo rival antes de iniciarse la carrera y tenía suficiente con acabar entre los cuatro primeros en Valencia, última prueba del mundial, si Lorenzo ganaba la carrera.
Como es habitual, Márquez, que partía desde la 'pole', no arrancó bien y tanto Lorenzo como Pedrosa le adelantaron en los primeros metros.
"La verdad es que estaba muy nervioso antes de la carrera aunque a los periodistas os he dicho que no. Al principio Jorge Lorenzo ha intentado hacer su carrera. No sabía qué hacer. Si tirar o no. Iba muy rígido encima de la moto", afirmó Márquez.
Pero el nuevo campeón demostró de nuevo que tiene una mentalidad impropia de su juventud. "No era yo el que debía arriesgar y sobre todo no debía cometer errores. Misión cumplida", explicó Marquez, que rompió a llorar en brazos de su padre tras cruzar la meta.
Pronto se formó un grupo de cabeza, en el que además de los tres gallos del mundial, viajaban el también español Álvaro Bautista y el italiano Valentino Rossi.
La carrera cambió en la vuelta 10, cuando Lorenzo metió la moto a Pedrosa en una curva y el piloto catalán de Honda se salió de la trazada, cayendo a la última posición del grupo de cabeza.
Márquez aprovechó esa maniobra para pasar a encabezar la prueba, aunque una vuelta despúes el mallorquín volvió a tomar el mando, consciente de que el líder del mundial no iba a arriesgarse a un accidente que pudiera dejarle sin la corona mundial.
Por detrás, Pedrosa fue adelantando a Rossi primero y después a Bautista para situarse de nuevo en tercera posición, justo por detrás de su compañero de equipo Márquez.
Pasado el ecuador de la carrera, estos tres pilotos fueron distanciando a sus perseguidores, y Lorenzo incrementó el ritmo, marchándose poco a poco de sus dos rivales de Honda.
Al no arriesgar lo más mínimo, Márquez fue adelantado por su compañero Pedrosa a falta de cinco vueltas, pero esa circustancia tampoco influía en el resultado final para el campeonato.
Lorenzo, Pedrosa y Márquez cruzaron, por este orden, la línea de meta.
Era la octava victoria de la temporada para el vigente doble campeón del mundo, por sólo seis de Márquez, pero el piloto catalán ha sido más regular (9 'poles' de 18 posibles, 11 vueltas rápidas y 16 podios) y no ha tenido los problemas físicos y de caídas que lastraron las posibilidades de Lorenzo.
El nuevo campeón agradeció el apoyo a su equipo: "Este título se lo agradezco mucho a Honda, a todo mi equipo porque me ha ayudado muchísimo. He cumplido un sueño, quizás demasiado pronto porque no me lo esperaba".
Por su parte, Lorenzo admitió que "fue una carrera un poco diferente" por lo que no trató de escaparse como suele intentar. "No se podía hacer otra cosa. Una vez que vi que Dani y Marc se escaparon del resto, sólo me quedaba tratar de ganar la carrera", añadió.
El mallorquín también se excusó ante Pedrosa por la maniobra en la que casi tira al catalán. "Fue un poco arriesgado por mi parte", se justificó./AFP