La corona número catorce comenzó a celebrarse desde muy temprano el domingo en Bogotá. Desde la madrugada los hinchas se vistieron con camisetas azules, colocaron banderas en las ventanas de sus casas, las portaban por calles y carreras, adornaron los carros y con pitos, anticipaban la ganancia.
“Millos será campeón, se lo puedo asegurar”, decían los aficionados, haciendo alusión a la canción que muchas veces los ha hecho bailar.
En la capital del país predominaba el azul y blanco. Todos los admiradores de Millos no dudaban que el equipo ganaría la corona luego de 24 años, porque el Independiente Medellín, que metía miedo con la táctica de Hernán Darío Gómez no tenía los jugadores que podrían aguarle la fiesta a los azules.
Sin embargo, durante los 90 minutos hubo nerviosismo porque las manecillas del reloj caminaban y caminaban y los goles no llegaban. Durante la tanda de los ‘penaltis’ algunos hinchas prefirieron darle la espalda al televisor y esperar el grito de gol para ver la repetición. ¡Dios mío, que Luis Delgado nos salve”!, exclamaban. Y cuando Delgado anotó el grito fue ¡“Ese es Lucho, es un arquerazo”!. Y cuando Delgado le atajó el remate a Andrés Correa el grito fue: ¡“Lucho, usted es el mejor, el más grande”!
La mayoría de gente, incluida la que presenciaba el espectáculo en el estadio El Campín, se tomó el Parque Simón Bolívar, el punto de encuentro para la inolvidable celebración que continuará durante este fin de año.
“Una estrella no se consigue todos los días. Millos nos ha dado el título catorce, es un adelanto de la Navidad. Esto es histórico, Hernán Torres terminó con el ayuno de lo que parecía imposible. Torres acertó en la contratación de los refuerzos. El defensa Román Torres y el delantero Wason Rentería le dieron seguridad y gol al equipo, que durante la época de Richard Páez, nos ilusionó, pero de allí no pasó”, confesaron los aficionados, quienes hicieron sus propios análisis del por qué Millonarios fue campeón.
Los festejos se prolongaron hasta la madrugada y los espectadores demostraron que el fútbol se puede vivir con cero licor. La Ley seca que impuso el gobierno Distrital fue una excelente decisión. Los hinchas celebraron en sano juicio el espectacular triunfo.
Según el parte de la policía fueron detenidas unas 1.184 personas, algunas de ellas por revender boletas y otras por intentar dañar la fiesta. Por lo demás los seguidores de Millos demostraron que tienen cultura para observar el fútbol y para celebrar esta clase de ganancias.
“Los hinchas de Millonarios de la vieja guardia recibimos el triunfo pacíficamente. Los aficionados jóvenes son más lanzados, algunos no se saben controlar, pero tendrán que aprender que el fútbol es una diversión, una recreación no más”, señalaron algunas personas que deseaban acompañar el equipo en el Parque Simón Bolívar pero no lo hicieron por temor a que se armaran desórdenes y a que se pusiera en riesgo la integridad física de las niñas y niños que querían estar cerca de los jugadores campeones.
Bogotá ha celebrado este año dos súper éxitos: Independiente Santa Fe hizo sonreír a su afición ganando el título en el primer semestre, el cual no lograba desde hacía 37 años, y ahora Millonarios es campeón después de 24 temporadas.
En conclusión, el protagonismo del fútbol profesional que estaba en poder de los equipos antioqueños y costeños ha sido reconquistado por los equipos de la capital que se propusieron ser grandes y hoy son los reyes.