Con el propósito de analizar los efectos y las causas entre matrimonios igualitarios en Colombia, los senadores Claudia Wilches del Partido de la U y Edgar Espíndola del PIN, llevaron a cabo un foro con la asistencia del Procurador General de la Nación y comunidades Cristianas de diferentes iglesias del país.
En su participación la senadora Wilches abordó la ponencia denominada "Efectos de las nuevas estructuras familiares sobre los niños y niñas"
Expresó que desde el nacimiento hasta los seis años, los niños son, por naturaleza, vulnerables, que durante el divorcio o la separación, el bienestar emocional de los niños corre un gran riesgo. "Al tomarse una decisión, se deben respetar las necesidades de desarrollo de los niños y el punto de vista de ellos", dijo la senadora
El senador Espindola anotó: "con estos espacios buscamos defender y proteger a la familia, conformada legalmente por el vínculo del matrimonio entre el hombre y la mujer, donde se procrean hijos con valores y principios, nacidos de un hogar con amor y respeto, de lo contrario se contribuiría a la destrucción de la sociedad".
Por su parte el procurador General de la Nación Alejandro Ordoñez, reiteró lo contemplado en el artículo 42 de la Constitución Política, donde indica que "la familia es el núcleo fundamental de la sociedad, la cual se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio, aclaró que la Corte Constitucional jamás le ordenó al Congreso a legalizar el matrimonio homosexual".
Así mismo manifestó la senadora Wilches "Cuando se trata de minimizar los problemas graves, los padres deben dar importancia y consideración al bienestar de sus hijos, así se crea la base para una vida emocional saludable. Además, construyen en la personalidad del niño una elasticidad que en el futuro le permitirá enfrentar los problemas y los desafíos de la vida con éxito", anotó la congresista.
Relacionó un estudio realizado sobre las Nuevas Estructuras Familiares por Bowlby (1969, 1973), Ainsworth y Wittig (1969), entre otros, que han llevado a cabo numerosas investigaciones acerca de los efectos que produce en los hijos la separación de sus padres. En estos estudios se confirma la realidad de aquella estructura familiar biológicamente intacta entre un hombre y una mujer como el mejor y más apropiado escenario para el desarrollo y crecimiento de los niños y niñas.
Dijo que la afirmación "no hay diferencia", es falsa y se debe remplazar por un reconocimiento de la diferencia. "Este reconocimiento de las diferencias que los hijos cuando son criados en de hogares con familias biológica, se desempeñan mejor, que con aquellos de hogares con pareja del mismo sexo".
El Padre Jaime Restrepo, dijo que el matrimonio tiene condiciones propias dadas por Dios, que es algo que va más allá que una relación privada o emocional y su primera finalidad es la procreación de una familia, que un matrimonio fundamentado en el amor y el respeto afecta positivamente a los hijos, que los padres son los que tienen la responsabilidad moral y social de educar a los hijos. Que la relaciones sanas entre la pareja, conlleva a una sana perspectiva de la salud pública.
Finalmente Jhon Milton Rodríguez, representante de la iglesia colombiana cristiana expresó que la unión de personas del mismo sexo no da origen a la vida, " no es un asunto de discriminación, es un asunto de diferencia, y eso lo tienen que entender".