Que Hezbolá y la Oficina de Envigado tienen vínculos comerciales de drogas y lavado de dinero, así lo afirmó la DEA en un informe que logró obtener luego la operación Casandra que tiene como objetivo destapar la red global de Hezbolá responsable del movimiento de grandes cantidades de cocaína en los Estados Unidos y Europa”.
El informe indica que “los miembros del Hizbulá BAC han establecido relaciones de negocios con los carteles de drogas de América del Sur, como la 'Oficina de Envigado', encargados del suministro de grandes cantidades de cocaína a los mercados de Europa y Estados Unidos. Además, el Hizbulá BAC lava las ganancias de drogas como parte de un esquema de lavado de dinero conocido como el mercado negro del cambio en pesos".