Los rebeldes sirios derribaron este martes por primera vez un helicóptero del ejército con un misil tierra-aire cerca de Alepo, la principal ciudad del norte de Siria en la que siguen luchando para apoderarse de las defensas antiaéreas.
El helicóptero fue derribado cuando bombardeaba los alrededores de la base militar de Jeque Suleiman, a 25 kilómetros al noroeste de Alepo, la ciudad que los rebeldes intentan conquistar para tener el control del norte del país, indicó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
"Es la primera vez que los rebeldes derriban un helicóptero con un misil aire-tierra", dijo a la AFP Rami Abdel Rahman, jefe del OSDH, una ONG que se informa gracias a una red de activistas y médicos dentro del país.
Un video publicado en YouTube, muestra un helicóptero en el cielo y luego se oye el ruido de una explosión, al tiempo que una voz que grita en árabe "¡Saruj!" (misil) antes de que el aparato se convierta en una bola de fuego.
Según el OSDH, los rebeldes recibieron recientemente decenas de misiles de este tipo. Si se confirmara esta información podría cambiar el curso de la guerra y los rebeldes podrían desafiar el dominio aéreo de las tropas del régimen de Bashar Al Asad.
Por otra parte, tras varias horas de combates, los rebeldes dijeron haber tomado el control de una posición militar en el pueblo de Al Mintar, cerca de Al Sfire, 15 kilómetros al sudeste de Alepo.
La operación fue llevada a cabo por el grupo islamista Ahrar Al Sham y por unidades del Ejército Sirio Libre (ASL), principal componente de la oposición armada, dijeron los rebeldes, que afirmaron haber matado o hecho prisioneros a 70 militares.
Los rebeldes, que anunciaron nueve muertos en sus filas, también se apoderaron de seis cañones de 23 mm, baterías lanzacohetes y armas y municiones,
El derribo del helicóptero supone otro revés para el ejército una semana después de que los rebeldes tomaran la Base 46, uno de los últimos bastiones del ejército en el noreste de país.
Siria está inmersa desde hace 20 meses en un conflicto sangriento que empezó con la represión de las manifestaciones contra el régimen de Asad y que ya a causado más de 40.000 muertos, según el OSDH.
Este martes la aviación del ejército provocó la muerte de al menos cinco personas y dejó a otras treinta heridas en un bombardeo a 2 kilómetros de la ciudad de Idleb (noroeste), en una carretera que lleva al pueblo de Ain Chib, según el OSDH.
Los llamados Comités Locales de Coordinación (LCC), que trabajan pacíficamente a favor de la rebelión, anunciaron la muerte de otras 20 personas.
En la región de Alepo, en Efrin, un atentado contra el coche de un responsable kurdo no causó ningún herido mientras que en la carretera que conduce al aeropuerto de la ciudad una mujer kurda murió, un signo más de la tensión creciente entre los rebeldes y esa comunidad.
En el sur de Damasco, según el OSDH, un niño murió por un obús caído sobre el campo palestino de Yarmuk y una mujer falleció en los combates en el barrio de Al Qabun.
En el sur de la capital, donde el ejército continúa desplegado para intentar expulsar a los rebeldes, al menos dos soldados murieron en un atentado con coche bomba "contra un retén de la policía militar en Jdeidet Artuz", dijo el OSDH.
En total, 105 personas murieron el martes en los enfrentamientos, entre ellas 46 civiles, 29 rebeldes y 36 militares, según un balance del OSDH.
En el frente humanitario, el administrador de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) pidió el martes en Turquía a la comunidad internacional que aumente la ayuda humanitaria.
"Creo que el mundo tiene que reconocer esta crisis humanitaria", dijo a la AFP Rajiv Shah durante una visita a un campo de refugiados sirios en Oncupinar, en el sureste de Turquía, donde viven 13.000 personas.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula en cerca de 440.000 personas el número de refugiados sirios en los países vecinos (130.000 sólo en Turquía) desde que empezó el conflicto.
AFP