MÁSde mil vidas, con sus sacrificios y sueños por alcanzar la felicidad al “otro lado del mundo” son las que se han ahogado en el mar en tan solo 19 días de este mes y que se suman a cientos más ocurridas también en el Mediterráneo que se ha convertido en un “cementerio” de inmigrantes.
Y aunque este mortal fenómeno no es nuevo se ha intensificado en las dos últimas décadas por la guerra y pobreza que viven en sus países de origen los inmigrantes, todos africanos, que en condiciones infrahumanas se embarcan en la aventura de alcanzar las costas italianas o españolas.
Menos de una semana después de dos naufragios que cobraron 440 vidas y que otras 12 fueran a parar al fondo del mar por una intolerancia religiosa cuando 12 cristianos fueron echados por la borda, el mundo registra horrorizado que un barco cargado de inmigrantes se “fue a pique” frente a las costas libias, con cerca de 730 personas a bordo, 28 de las cuales sobrevivieron y se está en la búsqueda de los demás. .
El Alto Comisionado de la ONU para los refugiados dio el parte de esta nueva tragedia en aguas mediterráneas y agregó que de confirmarse el número de víctimas –lo que se da por descontado- será la “peor hecatombe” ocurrida en este mar.
Ante esta nueva tragedia, la Unión Europea anunció que celebraría una reunión de urgencia con sus ministros de Interior y de Relaciones Exteriores aunque no precisó ninguna fecha concreta, pero que está “pedaleando” el jefe de gobierno italiano, Matteo Renzi quien señaló que la situación no da espera “porque la crisis migratoria es un “azote” que Europa debe enfrentar con prioridad”
El navío se hundió a unas 70 millas (130 kilómetros) de las costas libias con más de 700 personas a bordo, según explicaron 28 supervivientes rescatados por un barco mercante portugués, indicó Carlotta Sami, portavoz del Acnur en Italia.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dijo que la respuesta ante esta situación "tiene que venir de Europa" y que "ya no valen las palabras, hay que actuar". "Los europeos nos jugamos nuestro crédito si no somos capaces de evitar estas dramáticas situaciones" declaró Rajoy durante un mitin electoral en Alicante (sureste de España).
El alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, afirmó que "este desastre confirma cuán urgente es restaurar una operación de rescate marítimo y establecer vías legales creíbles para llegar a Europa". "De otro modo, la gente que busca seguridad seguirá muriendo en el mar", agregó.
Por su parte, el presidente francés, François Hollande, pidió una reunión urgente de los ministros de Interior y Exteriores de la Unión Europea para hacer frente a la situación.
Desde el Vaticano, el papa Francisco instó a la comunidad internacional a actuar con "decisión y rapidez" para evitar nuevas catástrofes y recordó que los migrantes son "hombres y mujeres como nosotros, hermanos que buscan una vida mejor".
Intensa búsqueda
Los agentes de salvamento "intentan encontrar a supervivientes entre los cadáveres que flotan en la superficie del mar", afirmó el primer ministro maltés, Joseph Muscat, durante un mitin político.
Según los guardacostas italianos se han recuperado hasta ahora 24 cadáveres. Aunque no confirmaron que hubiera 700 personas a bordo, los guardacostas indicaron que la embarcación, de 20 metros de eslora, tenía "capacidad para transportar varios centenares de personas".
Esta nueva tragedia en el Mediterráneo se suma a otros dos naufragios ocurridos la semana pasada, uno de los cuales dejó 400 fallecidos y otro más de 40, según contaron los supervivientes a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y a las oenegés.
El barco lanzó una señal de alerta en la madrugada del domingo captada por los guardacostas italianos, que avisaron a un cargo portugués que estaba en la zona. A su llegada al lugar, a unas 120 millas náuticas (220 kilómetros) al sur de la isla italiana de Lampedusa, la tripulación vio al barco zozobrar, según explicaron los guardacostas italianos.
Pero entonces las personas del navío en peligro se precipitaron todas hacia un lado y eso pudo haber provocado la catástrofe, dijo la portavoz.
Cada día los guardacostas italianos o los barcos mercantes rescatan una media de entre 500 y 1.000 personas. Más de 11.000 fueron rescatadas en una sola semana, según los guardacostas.
Varias organizaciones internacionales y humanitarias denunciaron en los últimos días la inacción de las autoridades europeas.
"Hace falta una operación Mare Nostrum europea", reclamó la portavoz del Acnur. La operación italiana Mare Nostrum de salvamento de migrantes fue reemplazada este año por la operación Tritón, una operación de vigilancia de las fronteras mucho más modesta.
“El problema no es el control del mar, sino la necesidad de detener a los traficantes de personas, esos nuevos ‘esclavistas’", sostuvo el premier italiano Renzi, quien a finales de semana en su visita a la Casa Blanca había manifestado al presidente Barack Obama su honda preocupación por las tragedias de inmigrantes y había enfatizado que “el Mediterráneo es un mar, no un cementerio”./EL NUEVO SIGLO con AFP