Dijo que espera que antes de final de año entren en vigencia.
SE CUENTA con los votos suficientes en el Congreso para aprobar los tratados de libre comercio (TLC) con Colombia, Panamá y Corea del Sur, pendientes desde el anterior gobierno, de George W. Bush, afirmó el presidente estadounidense, Barack Obama.
“Creo que vamos a lograr la aprobación (de los tratados) con Colombia, Panamá y Corea del Sur”, aseveró.
Esa aprobación será “antes de final de año”, enfatizó el Presidente. “Soy optimista”, dijo.
La oposición republicana en la Cámara de Representantes aprobará esos TLC incluso si llegan como parte de un discutido programa legislativo que incluya ayudas a los trabajadores estadounidenses, agregó.
Firmados por Estados Unidos entre 2006 y 2007, esos tres acuerdos sin ratificar se convirtieron en una de las principales armas de la oposición republicana para criticar la política comercial del gobierno de Obama.
Ese fracaso empañó también la relación de Estados Unidos con Colombia, su principal aliado geoestratégico en América del Sur.
Con esos tres TLC Estados Unidos podría aumentar sus exportaciones en unos 12.000 millones de dólares, según estimaciones de la independiente Comisión de Comercio Internacional (USITC, por sus siglas en inglés).
Ese programa TAA caducó en febrero pasado y los republicanos se opusieron a renovarlo como querían los demócratas, que aumentaron su partida presupuestaria.
Obama prometió a su base demócrata que iba a luchar para lograr esa aprobación, algo que según fuentes legislativas está a punto de lograr en el Congreso.
La Cámara de Representantes ya aprobó un programa de preferencias arancelarias también en suspenso (GSP por sus siglas en inglés), y esa legislación debería ser acompañada en breve por el programa TAA.
Los TLC pendientes se agregarán luego a esa legislación conjunta, para ser votada en el Congreso, como cierre de la compleja negociación.
El congelamiento de la aprobación de esos TLC fue visto igualmente durante los años de la presidencia de Obama como un signo del desencuentro de Washington con América Latina.
El mandatario advirtió que nunca prometió “el inicio de una nueva era” cuando acudió, entre grandes expectativas diplomáticas, a la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago en 2009.
Estados Unidos sigue dispuesto a mantener una alianza con la región como un socio a partes iguales, subrayó.
“Si las expectativas eran que íbamos a lanzar un programa masivo y muy caro, o una serie de programas, esas expectativas ciertamente no las alenté yo”, sostuvo.
El primer presidente negro de la historia de Estados Unidos dijo en Trinidad que era el momento de dejar atrás los desencuentros históricos y que Estados Unidos dejó de ser el “socio mayor” de América Latina, como demostraba el G20, del que forman parte Brasil, México y Argentina.