La polémica por las candidaturas respaldadas por firmas no para, después de que el presidente Santos revelara que a los candidatos Susana Correa y Rodrigo Guerrero les pidieron dinero para facilitar su inscripción en Cali. A ellos la Registraduría no les certificó un número de firmas para que pidieran fungir como aspirantes a la Alcaldía de esa ciudad.
Esta circunstancia sirvió para revivir reparos al proceso establecido por la normatividad electoral para democratizar la participación de candidatos. Ya se escucharon críticas por el incremento en el valor de las pólizas que deben respaldar las candidaturas respaldadas por firmas. Incluso se han lanzado propuestas para que los candidatos se inscriban sin la necesidad de firmas, solo con una póliza que respalde la seriedad de su aspiración.
El senador conservador Carlos Barriga señaló que el sistema democrático requiere que los candidatos que no logran el aval por los partidos tengan esa opción de las firmas: “Yo creo que eso se tiene que mantener para el equilibrio de la democracia y por el tema, obviamente, de poder tener esa opción”.
Barriga sentenció que “en la medida que se vayan acabando los partidos por todas las reformas políticas, la gente tendrá que acudir a las firmas”.
Pero el exregistrador Humberto de la Calle consideró que “el sistema de las firmas se ha deformado, incluso hay empresas que cobran por conseguir las firmas, y eso de democrático no tiene nada, y además se producen todas estas distorsiones que estamos viendo; pero tampoco me parece bueno que haya una libertad absoluta de postulación de candidatos porque crea confusión en el electorado, destruye los partidos”.