Los militares de Ecuador han constatado una disminución de la presencia de Grupos Ilegales Armados (GIA) de Colombia en la frontera binacional, pese a lo cual mantendrán los operativos para contrarrestarlos, dijo el jueves el comandante del Ejército ecuatoriano, general Jorge Peña.
"De los resultados que yo he visto, al menos hace un par de meses, la incidencia o la presencia de Grupos Ilegales Armados colombianos ya ha sido mucho menor", aseguró el mando militar en rueda de prensa.
El oficial atribuyó ese hecho a un probable cambio de estrategia de los irregulares, entre quienes se cuenta a guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC, marxistas), cuyos jefes llevan a cabo negociaciones de paz en Cuba con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
"Posiblemente estén cambiando estrategias, estén pensando en otra forma de actuar dentro de su territorio, pero nosotros continuamos con el control de la frontera, con el patrullaje intenso", indicó Peña.
El comandante señaló que la zona limítrofe entre Colombia y Ecuador no solo enfrenta la amenaza de los GIA, sino de delitos asociados a la actividad de esas organizaciones.
Está "todo lo demás que se deriva de eso en la frontera, ahí hay minería ilegal, contrabando de bienes, tráfico de armas, un mundo de situaciones de las cuales debemos estar pendientes y controlar", sostuvo el ex director de operaciones del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Peña recordó que unos 7.000 efectivos ecuatorianos están a cargo de la seguridad en el territorio fronterizo, de 720 km y que se extiende entre el océano Pacífico y la selva de la Amazonía.
Según un informe del Comando Operacional Norte, difundido a finales del año pasado, las Fuerzas Armadas ecuatorianas capturaron a 19 presuntos miembros de los GIA colombianos en operativos de control en la frontera en 2012
Los uniformados también destruyeron 19 bases y nueve refugios instalados en territorio ecuatoriano, así como 173.385 plantas de coca y 3.000 de amapola (materias primas de la cocaína y la heroína).
Quito incrementó la vigilancia en esa área tras un ataque militar colombiano contra un campamento clandestino de las Farc en suelo ecuatoriano el 1 de marzo de 2008, por el cual Ecuador rompió las relaciones diplomáticas durante 20 meses.
En esa incursión murieron 25 personas, entre ellas el número dos de la guerrilla, Raúl Reyes.