La reforma pensional es un tema que ha estado en el tintero de la administración Santos en sus más de cinco años, y el propósito este año a partir de marzo es iniciar una seria discusión con los diferentes sectores para concretar una propuesta, según lo anunció hace algunos meses el ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón. Sin embargo, el gran interrogante es si el Gobierno se dará la pela de presentar este proyecto en un 2016 marcado por la crisis económica mundial, la urgente necesidad de radicar la reforma tributaria y la aprobación de los acuerdos de paz en un plebiscito.
El tema de la necesidad de la reforma pensional tomó nuevos bríos por el reciente informe que dio a conocer la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), el cual está integrado por los países con las mejoras economías en el mundo y prácticas de desarrollo. Pertenecer a este club de las buenas prácticas es una obsesión del presidente Santos para Colombia.
El informe fue elaborado por la Secretaría de la OCDE, en apoyo del Estudio sobre el Mercado Laboral y las Políticas Sociales de Colombia que actualmente está realizando el Comité de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE como parte del proceso de adhesión de Colombia a este organismo.
En ese sentido, la OCDE hace algunas recomendaciones. “El sistema de pensiones necesita una reforma integral. Existen diversas opciones de reforma, pero en todo caso se deberían considerar varias medidas. Debería eliminarse la competencia entre el plan público de prestación definida y el privado de contribuciones definidas. Debería aumentarse la tributación de las pensiones, lo cual podría ser una fuente de recursos para mejorar los programas de protección de las personas de la tercera edad”.
Añade la OCDE que “la pensión mínima debería desligarse del salario mínimo. El periodo mínimo de cotización debería reducirse, y el salario de referencia debería fundamentarse en un mayor número de años. La edad de jubilación de los hombres y las mujeres debería igualarse, y su evolución ligarse a los cambios en la expectativa de vida”.
Qué dice el Gobierno
A finales de septiembre del año pasado, el ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, anunció que en marzo de este año se iniciaría la discusión sobre la reforma pensional, incluso mostró algunas de sus cartas. "Para mí como titular de la cartera laboral se deben retomar los tres pilares de la reforma pensional propuesta hace 3 años por el exministro del Trabajo, Rafael Pardo".
De igual forma, Garzón se mostró partidario que se mantenga el régimen de prima media que hoy se tiene a través de Colpensiones y de ahorro individual, además de que sean fortalecidos programas como Colombia Mayor y los Beneficios Económicos Periódicos, BEPS.
Pero no son las únicas puntadas que ha dado el Gobierno nacional sobre el tipo de reforma pensional que tiene en su cabeza. Por ejemplo, mientras que la OCDE recomienda igualar la edad de jubilación para hombres y mujeres, con lo cual ellas quedarían en 62 años, la administración Santos ha dicho que no quiere tocar ese tema.
En enero del año pasado, el ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, dijo que "si bien el Presidente ha dicho que se tengan en cuenta algunas de las recomendaciones del BID y la OCDE, lo cierto es que la comisión de concertaciones no está pintada en la pared".
Añadió Garzón que "en materia pensional, el Gobierno no mira para nada ni cotizaciones, ni edad. Está mirando el tema de la cobertura".
Ya en octubre de 2014, el presidente Santos abrió la discusión sobre la necesidad de una reforma pensional. "El Ministro de Hacienda está en Washington, está en una Asamblea del Banco Mundial, del Fondo Monetario, y le di instrucciones para que –y ya se hizo– se comenzara un estudio a fondo de nuestra posibilidad de una reforma pensional", expresó en esa oportunidad el Mandatario.
"Pusimos a cargo de ese estudio al BID y a la OCDE, y el que lo va a dirigir personalmente va a ser Santiago Levy que es el Vicepresidente del BID, tal vez una de las personas de América Latina que más conoce este tema porque compartimos su preocupación y su interés de despejar el futuro en ese frente de nuestra economía".
El problema de la llamada bomba pensional no ha logrado solventar con las diferentes reformas pensionales, la última de ellas en la administración de Álvaro Uribe que incrementó el número de semanas que se necesitan para pensionarse así como la edad de jubilación: 62 para los hombres y 57 para las mujeres, a partir del año 2014.
El país destina $44,6 billones anuales para cubrir el déficit pensional del sistema de prima media, que soporta las mesadas de 2 millones de jubilados.