Respondiendo a los lineamientos y normatividad que contempla la Estrategia de Desarrollo Rural con Enfoque Territorial para el 2012, se identificaron 2 millones 481 mil 021 hectáreas de las cuales se tiene como meta intervenir 76 mil para desarrollar proyectos agropecuarios.
De esta forma, se beneficiarían 10.000 familias y se lograrían 14.000 empleos en el campo a través de la constitución de diez líneas productivas priorizadas como el caucho, cacao, plátano, forestales, frutales, palma, hortalizas, carne-leche, silvo-pastoriles, acuicultura y piscicultura.
Al respecto, el gerente del Incoder, Juan Manuel Ospina, explicó que “el Desarrollo Rural está basado en tres pilares fundamentales: la tierra, los proyectos productivos y la seguridad”.
Este trípode de la política permitirá ampliar el campo de acción de los pobladores rurales frente a las posibilidades que ofrece el siglo XXI, siempre y cuando se acoplen a las exigencias de la economía nacional e internacional.
“La tierra permite garantizar el aprovechamiento racional de los terrenos y una tenencia de los mismos. Esto permitirá impulsar el bienestar en el mundo rural con un esquema sostenible y competente en sus productos”, afirmó Ospina.