El índice de Precios al Consumidor que determina la inflación del país, podría llegar en septiembre hasta 0,22 por ciento por culpa de los incrementos que se han presentado en el servicio de energía.
Sin embargo, el resultado, que será publicado hoy por el Dane, podría bajar a 0,15 por ciento si en la cifra total los incrementos en los combustibles no hacen demasiado peso.
Para el analista de Correval, Daniel Velandia, “de acuerdo con nuestras estimaciones, los precios de las tarifas de energía eléctrica habrían registrado un incremento cercano al 4 por ciento mientras que las de gas se habrían reducido en un 3.9 por ciento. Considerando que la energía eléctrica cuenta con una ponderación del 2.9 por ciento al interior del IPC mientras que el gas de 0.90 por ciento, los riesgos podrían estar sesgados al alza sobre nuestra estimación de 0.25 por ciento para el grupo de vivienda”.
Explica el investigador en un detenido análisis que “tomando en consideración todo lo anterior, algunos riesgos a la baja podrían provenir del comportamiento de productos como las frutas y los cereales mientras que riesgos al alza podrían generarse por el aparente incremento de las tarifas de energía eléctrica. Por lo tanto, el balance total de riesgos sobre nuestra estimación para la inflación de septiembre no muestra un claro sesgo, por lo que mantenemos nuestra proyección de una inflación total mensual de 0.22 por ciento (3.02 por ciento anual)”.
Por otro lado, señala que “nuestras estimaciones actualizadas sobre la inflación de alimentos tomando como base la información pública de centrales mayoristas, permiten mantenernos con una proyección mensual de 0.27 por ciento para este grupo, incremento que estaría explicado por el comportamiento de las hortalizas, los tubérculos, plátanos, carnes, lácteos y huevos”.
Por su parte, las frutas y los cereales habrían registrado reducciones. Así, aun considerando que el comportamiento de los precios mayoristas puede diferir en algunos casos significativamente de los registrados para el consumidor final, la tendencia observada en septiembre para los diferentes grupos de alimentos sugieren una variación positiva de los precios por primera vez desde mayo.
De otra parte, el analista de Interbolsa, Julián Márquez, sostiene que“según la encuesta mensual del Banco de la República, para septiembre se espera una inflación de 0.15 por ciento. Hacia finales de 2012, la inflación esperada se incrementó levemente de 2.93 por ciento a 2.99 por ciento. Las expectativas de corto, mediano y largo plazo -medidas por la diferencia entre los TES tasa fija y UVR- han aumentado, comportamiento esperado por InterBolsa. De acuerdo a nuestros modelos, los niveles de inflación de corto plazo cercanos a 2.0 por ciento eran insostenibles”.
Indica el experto que la expectativa mensual de inflación se divide en un incremento de 0.15 por ciento mensual en la inflación de alimentos y un avance de 0.17 por ciento mensual en la inflación sin alimentos.
En cuanto a los alimentos, indicadores recientes de centrales mayoristas muestran reducciones en el precio de la papa. Sin embargo, ciertos productos como frutas y otros presentarán presiones alcistas. De darse una sorpresa en los precios de los alimentos, ésta será a la baja.
En cuanto a la inflación sin alimentos, los sectores que mostrarán el mayor incremento serán vivienda y educación. En el caso de vivienda, el ajuste de tarifas de servicios públicos presionará este rubro (especialmente electricidad).
Por otro lado, el rubro con variación negativa será diversión dado un ajuste de tarifas por el fin de periodos de vacaciones. En cuanto a transporte, el precio de la gasolina incrementó 126 pesos y el ACPM 72 pesos lo que generará presiones en este grupo.
De acuerdo a las tendencias, para final de año se espera un cierre 2.94 por ciento y para 2013, la inflación permanecerá controlada, aunque levemente mayor, cerrando el año en 3.07 por ciento.