Las relaciones del arte con la ciencia y la tecnología, principalmente en temas como biología, electrónica, sonido y cultura libre, así como las implicaciones ecológicas y sociopolíticas que las mismas suscitan en sociedades como las nuestras son el motor de la obra del bogotano Hamilton Mestizo Reyes, el ganador de la beca de Jóvenes Talentos del Banco de la República.
Mestizo es profesional en artes visuales de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (2006) y ha sido profesor de hipermedia, de computación física y de tecnología en las facultades de Arquitectura y Diseño de la Universidad Nacional de Colombia y en la Facultad de Artes de la Pontificia Universidad Javeriana. Entre 2015 y 2017 trabajó en el Parque Explora de Medellín, en donde se encargó de la conceptualización, ejecución y documentación del “Exploratorio”, un laboratorio público de experimentación que fomentó a la apropiación científica y el trabajo colaborativo.
Mestizo asegura que desde niño siempre tuvo una fascinación por la ciencia ficción y la tecnología, que se alimentó del imaginario pop de la época y de la génesis de la computadora personal. “Cuando jugaba me imaginaba el futuro con carros voladores, viajes interestelares y robots inteligentes, también creaba cosas de este tipo en mi laboratorio de inventor y científico loco. Ya en la escuela de artes encontré un gusto particular por prácticas como el netart, los videojuegos y el videoarte, con los cuales experimenté pero nunca me llegué a sentir del todo cómodo”, manifiesta el artista que en breve cursará la beca en el MA Arts & Science en la University of Arts London.
Destaca el joven artista bogotano de su trabajo y obra que lo más importante es “que el arte interactúe con otros saberes, que no solo juegue un papel decorativo, crítico o del “mundo del arte, sino que se transforme en un método de conocimiento transdisciplinar y en un catalizador que propicie el dialogo entre distintos campos del conocimiento. La relación entre arte/ciencia/tecnología permite, además, tener una noción más holística de la época y de los fenómenos sociales, culturales y tecnológicos que la caracterizan”
Este “alquimista del arte” ha sido gestor de varios e importantes proyectos como “Algas Verdes” que fue el punto inicial de muchas ideas alrededor del bioarte, los recursos energéticos y el ambiente. “La idea inicial, en resumen, era simular y visualizar la influencia de las cianobacterias en la atmósfera de la tierra a través de un fotobioreactor y de sensores de gases atmosféricos (O2, H, CO2). La primera versión la desarrollé en el Medialab-Prado en Madrid, España, como parte del programa Interactivos, en donde a partir de un trabajo interdisciplinar ampliamos la pregunta inicial y la obra se convirtió en una biotecnología que puede ayudar a resolver problemas de energía y polución en las ciudades. Ello porque las algas verdes limpian el aire y con la biomasa resultante se puede producir energía eléctrica, metano, biodiesel y complementos alimenticios, entre otras cosas”, recuerda.
La segunda versión de la misma la desarrolló en Bogotá junto al Tecnoparque Sena y el espacio de experimentación artística Plataforma, la que tuvo una tercera versión en el Medialab-Prado.