Los 55 años del voto femenino en Colombia serán celebrados hoy por la Registraduría, junto con los 60 años de la cédula de ciudadanía.
Las mujeres votaron por primera vez el 1 de diciembre durante el plebiscito de 1957, certamen electoral al que asistieron a sufragar 1.835.255 mujeres.
Lo anterior fue posible gracias a que el 27 de agosto de 1954 se reformara la Constitución Política de Colombia por medio del acto legislativo número 3, otorgándole a la mujer el derecho al voto, a ser elegidas y a ocupar cargos públicos.
Actualmente, el potencial electoral del país es de 31.736.039 colombianos habilitados para sufragar, de los cuales 16.489.846 son mujeres aptas para votar.
Como lo relataron Eduardo Pizarro y Magdala Velásquez en ensayos independientes, la lucha de las mujeres por ganarse una igualdad jurídica y política frente a los hombres empezó a tener éxito cuando en 1932, por medio de la Ley 28, se les reconoció la igualdad en el campo de los derechos civiles.
Durante los siguientes trece años trataron sin éxito por lograr el derecho al voto y el acceso a los cargos públicos.
En 1945 el Congreso asumió el papel de constituyente para reformar la Carta y reconoció a las mujeres los derechos de ciudadanas, poniéndose de esta manera al mismo nivel de los hombres mayores de 21 años. Sin embargo, siguió sin autorizar el sufragio para las mujeres.
En 1947 el proyecto para permitir el voto a la mujer se presentó, pero se enfrentó al tradicional trancón legislativo y fue archivado.
En 1946, la ONU había llamado la atención a todos los países de América que todavía no habían establecido el derecho al voto femenino.
El argumento que logró abrirse paso en el Congreso de entonces fue la conveniencia de ampliar la base electoral ya que con el voto femenino casi se duplicaba el censo para sufragar, lo que resultaba muy práctico para legitimar la reforma constitucional impuesta por el general Gustavo Rojas, presidente de facto.
Fue así como finalmente, las mujeres adquieren el derecho a votar a partir de 1958, en la elección presidencial que siguió al establecimiento de la junta militar.
El general Rojas también designó a la primera mujer en un ministerio, Josefina Valencia que pasó brevemente por la cartera de Educación.
Según Lola G. Luna, profesora titular de Historia de América en la Universidad de Barcelona, “aunque el voto femenino fue aprobado por intereses electorales, al logro de ese derecho le antecedió un reflexivo debate sobre la igualdad de condiciones de las mujeres y la forma de participar como nuevos sujetos políticos”.
Ayudó mucho que el papa Giovanni Pacelli (Pío XII) les aconsejara “a las mujeres salir del hogar y extender su influencia a la vida social, participando en la cruzada contra el comunismo”, recordó Luna.
Décadas atrás, en 1930, en el IV Congreso Internacional Femenino, con los auspicios de la recién estrenada República Liberal, se pronunció por primera vez el lema "compañera pero no sierva".
Sin embargo, que esa proclama se transformara en derecho al voto encontró rechazo entre los mismos liberales que creían que el voto de las mujeres era conservador.
“Hasta una docena de proyectos de ley se sucedieron a lo largo de los años, y el debate tuvo momentos álgidos en las Cámaras, en la sociedad, entre las mujeres, los periodistas y los políticos”, comentó Luna.
“La consecución del voto el 25 de agosto de 1954 fue una victoria del sufragismo, que llevaba tres décadas en acción, por mucho que Rojas pusiera un empeño personal en ello, y sus razones fueran electoralistas”, precisó.