Durante un debate de control político en el Senado a la obra del nuevo aeropuerto Eldorado, en octubre del año pasado, se denunciaron varias irregularidades, recordó ayer el senador Juan Manuel Galán, a propósito de la advertencia de la Contraloría General sobre un presunto detrimento patrimonial en la firma del contrato que adelantó la Aerocivil para la construcción de la torre de control del terminal.
“Hoy (ayer) celebro que la Contraloría ratifique la veracidad de mis denuncias, ya que se comprueba que la Aerocivil pudo contratar la construcción de la torre por aproximadamente 20 mil millones de pesos y no por los 44 mil millones de pesos de la nueva licitación. El detrimento patrimonial es evidente”, afirmó Galán.
Según la investigación preliminar del ente de control, en el año 2010 la firma Opaín, la cual construyó el nuevo terminal, presentó una oferta a la Aerocivil para hacer esta obra por $20.124 millones.
Sin embargo, dos años después la Aerocivil prefirió aceptar la oferta del consorcio Torre Muisca por cerca de $45 mil millones.
“Se adjudicó la construcción de una torre el 10% menos alta con relación a la propuesta del 2010, que se otorgó por 80 metros y en el 2010 era de 88 metros; el fuste que era de 12 metros lo ponen de 6 metros de diámetro, es decir, lo reducen a la mitad; el espesor que era de 50 cm, lo pasan a 30cm; y la cimentación y pilotaje que era de 45 metros lo bajan a 42 metros”, dijo Nelson Izaciga, contralor delegado para la infraestructura.