Un grave daño ecológico habrían generado construcciones y empresas en la Reserva de los Cerros Orientales en contravía del ecosistema, el paisaje, el derecho al territorio y al ambiente sano, denunciaron los concejales de Bogotá.
Para los cabildantes capitalinos que la “construcción de la torres de la Universidad Externado les afectó 2.176 árboles en un área importante de la Reserva ocasionando un grave daño ambiental sobre la misma”, desplazamiento de habitantes de los barrios los Olivos, Nueva Granada y Juan XXIII por las empresas constructoras y una grave afectación al sendero ‘Pico del Águila’ por adecuaciones de Semana Santa.
Las denuncias fueron hechas en el Concejo de Bogotá, durante el debate de control político acerca de la “gestión de la Administración sobre la Reserva Forestal Protectora del Bosque de los Cerros Orientales de Bogotá”.
El debate fue promovido por los concejales María Fernanda Rojas, Roberto Sáenz, Diego García, María Clara Name, Lucía Bastidas y Carlos Vicente de Roux, de la Alianza Verde.
Los concejales verdes criticaron la reactivación de alrededor de 54 licencias de construcción que pueden ser modificadas para aumentar ganancias.
“Los colectivos de caminantes han denunciado la adecuación inapropiada de senderos ocasionando daño ambiental y paisajístico sobre los Cerros”, expresó el concejal Sáenz.
Por su parte, la concejala Rojas señaló que esta reserva natural se deteriora debido a la deforestación y a la reforestación con especies foráneas que no son adecuadas para los suelos de nuestros cerros. “Su deterioro principal es debido a las basuras, la construcción de alcantarillados, la invasión y la construcción de canteras que contaminan las aguas”, advirtió.
Rojas afirmó que en el barrio Los Olivos se está presentando lo que los expertos llaman gentrificación, proceso de transformación urbana en el cual la población original de un sector deteriorado es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo, que a su vez renueva y revaloriza el sector ocupado.